El propósito de este artículo, es hacer una reseña del significado que tienen los monumentos arquitectónicos en nuestra cultura, y como han sido utilizadas sus imágenes en los billetes y monedas de la República Argentina. Si bien según la Real Academia Española, arquitectura es “El arte de proyectar y construir edificios”, sabemos que no solo es eso, es mucho más, como la numismática no es solo coleccionar monedas y billetes. La arquitectura nos cuenta a través de sus edificios la historia, las costumbres, la forma de vivir y de pensar de un pueblo, su prosperidad o su decadencia, de la misma forma que los numismáticos saben que estudiando las monedas y billetes se puede deducir o afirmar sobre la historia de un pueblo, entre muchas otras cosas.
Por todo esto me animo a decir que la arquitectura y la numismática tienen mucho en común, aunque no nos demos cuenta a primera vista de ello. ¿Será por eso que se ha incluido tantas veces en nuestros billetes y monedas imágenes arquitectónicas? No lo sé. Posiblemente sean solo imágenes que nos hacen acordar a un momento de nuestro pasado, nuestro legado, una conmemoración u aniversario, pero no importa, podemos siempre aprender de ellas.
Siempre ha existido una estrecha relación entre banca y arquitectura en el diseño de billetes y monedas en todo el mundo, y por supuesto esto incluye también a la Argentina. Primero con la representación de sus propios edificios y proyectos de gestión institucional; luego, con inmuebles emblemáticos del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de la Nación. Encontramos edificios gubernamentales, bancos, iglesias, teatros, casas de familia, etc. y han figurado en nuestras monedas y billetes desde 1841 hasta la actualidad.
Los edificios que fueron representados en nuestras monedas y billetes forman parte de nuestro acervo histórico-arquitectónico. Algunos de ellos todavía permanecen en pie, en otros casos han sido demolidos y en su lugar se encuentran otras edificaciones o han sido remodelados. Vamos a ver un poco de éstos, para conocer un poco más nuestra historia.
La ciudad de Buenos Aires
La ciudad de Buenos Aires fue fundada dos veces. La primera por Pedro de Mendoza en el año 1536, perdurando por solo cinco años. En el año 1580, Juan de Garay la funda por segunda vez, sobre una barranca a orillas del río, la Ciudad de la Trinidad (nombre dado a Buenos Aires en aquel momento) compuesta por una plaza y un trazado de damero. El planteo de la misma fue desde un primer momento mucho más extenso de lo que era común en las ciudades americanas, ya que contaba con más de 130 manzanas.
Durante el período previo al siglo XIX, la arquitectura de Buenos Aires era de tipo colonial. Luego, la ciudad sufrió un cambio positivo con la creación del Virreinato del Río de La Plata en el año 1776, ya que fue capital del mismo.
Durante estos años, la presencia española no se hizo notar por sus aportes arquitectónicos ni tecnológicos, sino que sus construcciones se caracterizaban por ser sencillas, debido a la ausencia de materiales de construcción ricos y de profesionales destacados. Como la define el historiador Gustavo Brandariz “hasta la llegada de los jesuitas, la arquitectura fue tan pobre como la de los indígenas”.
Tradicionalmente los investigadores y la historiografía argentina toman como periodo colonial al del tiempo delimitado entre 1580, segunda fundación de Buenos Aires, y 1810, momento de desvinculación con España. En la realidad, esta fecha límite del periodo colonial se ha extendido hasta el periodo post independentista, ya que a partir de 1821, con Bernardino Rivadavia en el gobierno, comienzan las primeras medidas para la etapa de modernización y europeización de Buenos Aires, alejándola por completo del esquema colonial.
Es en esta década cuando comienzan los primeros cambios, principalmente en la ciudad de Buenos Aires, sobre todo en la infraestructura y luego en la arquitectura en general. A partir de la década de 1820, Buenos Aires gira su mirada hacia París y Europa como modelos de modernización, dejando atrás la estética de la arquitectura criolla. Los procesos de cambios arquitectónicos, sociales y económicos en una ciudad se van desarrollando de una manera lenta, gradual y progresiva. En Buenos Aires, podemos verificar esto en algunas construcciones que, aún en la década de 1850, siguen manteniendo los criterios estilísticos y constructivos de los tiempos coloniales.
A pesar de ser la arquitectura más antigua de Buenos Aires, su patrimonio arquitectónico no ha tenido el esplendor ni el valor artístico de la arquitectura colonial de otras zonas de América Latina. Más allá de su poco valor artístico, comparándolo con otras arquitecturas, nuestro patrimonio colonial es la representación material de nuestras raíces y, en consecuencia, es la memoria de nuestro pasado
No cabe duda que sería interesante que las administraciones gubernamentales se involucraran seriamente en la preservación y conservación del patrimonio. Pero las responsabilidades deben ser compartidas también con la ciudadanía y con los propios especialistas en patrimonio, Buenos Aires sobre todo, ha sido y es una ciudad que ha ido borrando las huellas del paso del tiempo. Se ha creído que su modernización era exitosa a partir la destrucción de su patrimonio anterior y de su identidad. Aún estamos a tiempo de replantearnos no seguir repitiendo historias pasadas.
Billetes de la Segunda Fundación de Buenos Aires
100 Pesos M/N. Tamaño: 162 x 81 mm. Anverso: General San Martín. Reverso: Segunda Fundación de Buenos Aires. Vigencia: 30/03/1968
1 Peso Ley 18.188 Resellado. Tamaño: 162 x 81 mm. Anverso: General San Martín. Reverso: Segunda Fundación de Buenos Aires
500.000 pesos Ley. Tamaño: 155 x 75 mm. Anverso: General. José de San Martín. Reverso: Fundación de Buenos Aires. Vigencia: 19/06/1985. Se utiliza la misma imagen que en el billete de 100 pesos
Edificios públicos: Cabildo de Buenos Aires
Hay mucho para decir de este edificio que fue testigo de la Revolución de Mayo, pero haremos una síntesis para poder comprenderlo.
Juan de Garay, cuando en 1580 funda por segunda vez Buenos Aires, realiza una reestructuración del territorio, previéndose un solar importante para el Cabildo y la Cárcel entre otros edificios Públicos.
Cabildo proviene de “capítulum“, es decir “a la cabeza“. Las Leyes de Indias establecían que el Cabildo era el fundamento jurídico para la existencia de una ciudad. España trasladó a América una compleja red de instituciones con el objetivo de representar al rey. Una de ellas fue el Cabildo, institución política, jurídica y administrativa, dedicada a controlar, organizar y manejar las cuestiones de la ciudad y eventualmente de los territorios aledaños.
En la zona del Río de la Plata, en sus primeros años, había una gran precariedad de materiales, y las técnicas de construcción eran muy básicas. El barro y la paja eran los elementos más usados, y fueron reemplazados por el ladrillo y la teja muy lentamente a lo largo del S.XVII. En el año 1608, se construye un edificio para el Cabildo de la ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires, totalmente con paredes de adobe y techos de caña y paja, poseía dos torres con portales de entrada.
A partir de 1632, por el mal estado del mismo quedó desabitado, realizándose las sesiones en la casa del Gobernador, hasta que fue demolido en 1692. En 1725 comenzó la construcción del edificio de ladrillos, con el proyecto y dirección del padre jesuita Andrés Bianchi, quién se había formado en Italia. Constaba de dos pisos con balcón y una torre, sala Capitular, capilla, oficinas de jueces y escribanos y calabozos diferenciados por sexo.
Se utilizó muchos años, pero en 1821 fue suprimida la institución Cabildo, (luego de nuestra independencia). Desde el año 1830 hasta el 1878, se produjeron cambios edilicios y en el uso, hasta que en el año 1879 Pedro Benoit (autor del proyecto de la ciudad de La Plata) lo adaptó para sede de los Tribunales Nacionales; Agregó un cuerpo más en la torre y una impronta italianizante en la fachada, y se trasladan la totalidad de los presos que allí se alojaban.
En 1889, debido a la apertura de la Avenida de Mayo, el ingeniero Juan Antonio Buschiazo tuvo que demoler un costado del Cabildo, con lo cual desaparecieron los tres arcos del lado norte. Se aprovechó la oportunidad para demoler la torre construida por Benoit, pues su excesivo peso ponía en peligro la estabilidad de la construcción. De esta manera el edificio perdió su simetría frontal, hasta que en agosto de 1931, siendo presidente de facto José Félix Uriburu, se demolieron los otros tres arcos del lado sur para abrir la diagonal Julio A. Roca, a pesar de las protestas generalizadas.
Con motivo de esta demolición el Intendente José Guerrico afirmó que se había dado “un paso hacia la total demolición del vetusto edificio que deberá desaparecer cuanto antes pues así lo reclama el progreso de la ciudad” y solicitó al poder ejecutivo nacional que le entregase el edificio a la ciudad. Pero la campaña de los diarios en contra del proyecto de demolerlo, encabezada por “La Nación”, llevó a una movilización pública que terminó por echar atrás el proyecto. En sus páginas de agosto de 1932 el periódico manifestaba que “ningún interés puede justificar la destrucción de la reliquia histórica más apreciada por lo argentinos” y señalaba “el afán excesivo de la opulencia material”. Entonces, el 19 de mayo de 1933, se produjo la sanción a la ley n° 11 688 (gracias a un proyecto de Carlos Alberto Pueyrredón) que dispuso la restauración de la Sala de Reuniones del Gobierno Patrio. A partir de entonces y a lo largo de esa década del 30 se presentaron muy diversos proyectos para conservar el monumento histórico o darle una mayor grandiosidad.
Luego de la declaración como Monumento Histórico Nacional y Museo, sufre nuevamente modificaciones por el arquitecto Mario Buschiazzo, que lo restaura retrotrayendo su aspecto al de 1810. Para lograr esto Buschiazzo se basó en planos del proyecto de Benoit, y logró restaurar las salas en noviembre de 1939, junto con el primer piso. Para la restauración del resto del edificio buscó rescatar los elementos originales, la mayoría de los cuales se hallaban en el depósito municipal. El principal problema lo constituyó la fachada posterior, pues no se guardaba documentación de la misma, de manera que se optó por hacerla similar a la delantera. La torre se reconstruyó en hormigón armado para poder diferenciar las partes nuevas de las antiguas, y se redujo con respecto al tamaño que tenía en la época de la colonia dado que de haberlo conservado hubiese quedado desproporcionada con el menor tamaño de apenas cinco arcos que tenía ahora el Cabildo. Fue en este año cuando éste edificio se abre al público por primera vez.
En 1959, bajo proyecto y dirección del arquitecto. Alejandro Bustillo se construyó el edificio anexo que incorporó los antiguos calabozos de hombres restaurados en 1940. En el se realizó la mega exposición histórica del Sesquicentenario.
Entre los años 1991/92, se realizaron excavaciones que comprueban la presencia de túneles del siglo XVIII y cisternas del siglo XIX. Además de hallarse fragmentos de piezas indígenas del período colonial, restos de cerámica española y otros elementos de la vida cotidiana como vasijas de aceite y pipas.
La imagen del Cabildo de Buenos Aires fue usada en billetes y monedas. Cuando es en billetes, se elige la imagen del Cabildo completo, con todos los arcos de la recova como era en 1810, en cambio cuando se utiliza en monedas, por una cuestión de diseño, por ser un edificio muy alargado, se usa la imagen recortada o la actual, reduciendo el tamaño a lo largo siendo más conveniente para insertarlo en una moneda.
100 Pesos Moneda Corriente
Anverso billete de 100$ de Buenos Aires de 1841. Imagen del Cabildo en 1810, con la fachada del proyecto del Arquitecto jesuita, Andrés Bianchi.
Fue la primera vez que se utiliza la imagen del Cabildo. El grabador fue Francisco Vincent, que reprodujo los modelos originales de Richard Adams y Carlos Enrique Pellegrini.
Emisor: Casa de Moneda de la Provincia de Buenos Ayres. Leyenda: “Viva la Federación”. Anverso: Cabildo de Buenos Aires. Año 1841
En 1845 se renovó la emisión por otro muy similar, realizado por el grabador John Alais que contenían leyendas políticas totalitarias como ¡Mueran los salvages unitarios! Estos billetes circularon durante el Gobierno del General Juan Manuel de Rosas.
En este caso el diseño es similar al anterior, pero remodelado por el grabador John Alais, y con leyendas políticas más totalitarias.
Emisor: Casa de Moneda de la Provincia de Buenos Ayres. Leyenda: “Viva la Confederacion Argentina… Mueran los Salvajes Unitarios”. Anverso Cabildo de Buenos Aires de 1844. Año 1845
Billete 5 pesos. Moneda Nacional (1942-1969)
En el año 1942, el Banco Central decide emitir sus primeros billetes propios, con un diseño más moderno y seguro, abandonando la clásica Efigie del Progreso. Por problemas de momentánea falta de capacidad, algunas series fueron impresas en Inglaterra, pero luego se retomó la impresión en la Casa de Moneda. Se utilizaron los sistemas de impresión Offset (0,50 M$N y 5 M$N) y para el resto, el sistema calcográfico
5 Pesos Moneda Nacional. Tamaño: 140 x 70 mm. Anverso: Gral. San Martín. Reverso: El 25 de mayo de 1810 Vigencia: 31/01/1965
Nuevamente el proyecto de Andrés Bianchi, pero en este caso es una imagen en perspectiva del 25 de mayo de 1810. El peso ley, que entró en circulación como tal en 1970, sufrió una elevada inflación, sobre todo a partir de 1975, y en 1982. En ese año se llegó a emitir un billete de 1.000.000 pesos.
1.000.000 de Pesos Ley. Tamaño: 155 x 75 mm. Anverso General. José de San Martín. Reverso 25 de mayo de 1810. Vigencia: 19/07/1985
1 Peso, 1960, “150 Aniversario de la Revolución de mayo”, de 6,5 gr, diámetro 25 mm, acero revestido en níquel. Anverso escudo nacional. Reverso Cabildo de Buenos Aires. Canto estriado
5 Pesos, con 3,6 gr, diámetro 19 mm, bronce. Anverso Cabildo de Buenos Aires, canto liso. Vigencia 31 de julio 1991
1 Austral, peso 1,6 gr , diámetro 20 mm, aluminio, canto liso Anverso Cabildo de Buenos Aires. Vigencia 31 de diciembre de 1991
25 Centavos, peso 6,10 gr, diámetro 24,2 mm, espesor 1,8 mm, cuproníquel, canto estriado. Anverso Cabildo de Buenos Aires
25 Centavos, peso 5,40 gr, diámetro 24,2 mm, espesor 1,8 mm, cobre aluminio, canto estriado. Anverso Cabildo de Buenos Aires
BIBLIOGRAFIA
Arquitectura en la Argentina, Eudeba
Historia de la arquitectura moderna, Leonardo Benévolo.
Suplementos Summarios Nro.60 y 63.
Artículos del diario La Nación
Artículos del diario Clarín.
Artículos de la Revista Vivienda
Página oficial del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Publicaciones del Instituto Nacional Sanmartiniano.
Artículos de Infinita Buenos Aires.
Publicaciones del Museo Sanmartiniano
Publicaciones de la Municipalidad de San Nicolás.
Publicaciones del Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás.
Publicaciones del Gobierno de la Provincia de Santa Fé.
Publicaciones del Museo de Mitre, Buenos Aires
Publicaciones del Museo Histórico y Numismático Dr. José E. Uriburu
Publicaciones del Cabildo de la ciudad de Buenos Aires.
Publicaciones de la Casa Rosada, Presidencia de la Nación.
Artículos varios de Estampas de Buenos Aires.
Artículos varios de Wikipedia.
Publicaciones del Palacio San José.
Publicaciones de Welcome Argentina
Publicaciones varias del Gobierno de Mendoza.
Diccionario de la arquitectura en la Argentina, Clarín.
Revista “Summa” Nº 117, Número especial “Mundial 78 infraestructura de apoyo”.
Colección Patrimonio Argentino de Clarín.
Imágenes billetes
https://turismoenba.wordpress.com/tag/billetes/
http://www.billetesargentinos.com.ar/billetes/moneda_corriente.htm
http://filacor.com/211-banco-central-san-martin-1942-1971
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