Según informaciones de la Agencia EFE, la nueva tecnología, que se ha presentado recientemente en la sede del CSIC, está siendo desarrollada por un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid (ICMM/CSIC) en estrecha colaboración con el Banco de España y con financiación del Eurosistema, la autoridad monetaria de la Eurozona.
El Banco Central Europeo tiene encomendada la misión de salvaguardar la integridad y la seguridad de los billetes en euros, y con ese objetivo, la entidad bancaria europea y todos los bancos centrales nacionales, entre ellos el Banco de España, tratan de incorporar tecnologías cada vez más avanzadas para lograr mejores billetes y con mayores medidas de seguridad.
“Se trata de aplicar la nanotecnología para introducir de manera innovadora nuevos elementos de seguridad en los billetes en euros”, ha explicado Eduardo Ruiz-Hitzky, investigador principal del proyecto, e integrante del grupo de Materiales Nanoestructurados, Porosos, Híbridos y Biohíbridos del ICMM-CSIC.
La nueva tecnología se ha presentado en un acto al que han asistido la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez; la directora general de Efectivo y Sucursales del Banco de España, Concha Jiménez, y la vicepresidenta adjunta de Transferencia del Conocimiento del CSIC, Ana Castro.
La presidenta del CSIC y la responsable del Banco de España han subrayado la relevancia de esta primera colaboración de ambas instituciones y han subrayado el logro que supondría que en el futuro los billetes en euros incorporasen esta tecnología desarrollada en España.
La colaboración entre el CSIC y el Banco de España se inició en el año 2017, cuando el Banco de España contactó con la Vicepresidencia Adjunta de Transferencia del Conocimiento para cooperar en la mejora de la durabilidad, seguridad y sostenibilidad de los billetes.
El Banco de España ha estado asesorando y colaborando en la investigación del CSIC para que los resultados del proyecto puedan aplicarse a los billetes en euros.
El proyecto de investigación, que se inició en octubre de 2019 y concluirá en 2022 su primera fase, está sometido a estrictos requisitos de confidencialidad, ha subrayado el CSIC en una nota difundida tras el acto que se celebró en su sede.