Los dólares estadounidenses son los billetes más extendidos por el plantea. Apreciados en todos los rincones del mundo, constituyen una buena parte de las reservas estratégicas de numerosos países. Sin embargo, en su país de origen es donde menos parecen apreciarlos, a juzgar por las críticas publicadas en la prestigiosa revista Foreign Policy.
Como destaca el medio numismático CoinWorld, la revista Foreign Policy, una prestigiosa publicación sobre política internacional y temas globales, es el lugar donde menos se espera encontrar un debate sobre diseño notafílico.
En el número de febrero de esta publicación se incluye un artículo firmado por Paul Musgrave, profesor de la Universidad de Massachusetts Amherst y experto en política exterior estadounidense, en el que el autor califica el diseño de los billetes de dólares estadounidenses de estático y conservador.
En el artículo, titulado “El papel moneda de América está tan desfasado como su estructura política”, Musgrave compara los billetes estadounidenses con los de otros países.
Por ejemplo, respecto a los del Reino Unido, Musgrave señala que suelen someterse periódicamente a rediseño: el billete de 10 libras esterlinas ha tenido ya cinco versiones desde el año 1964.
En el caso de Canadá, se está llevando a cabo en estos momentos su segundo mayor rediseño de billetes del siglo. Aunque en el anverso de los billetes de dólares canadienses suelen figurar políticos, el reverso está dedicado a temas como la Estación Espacial Internacional (billete de cinco dólares) o a la pionera de los derechos civiles Viola Desmond (billete de 10 dólares).
Por su parte, Japón también muestra una enorme variedad de retratos e imágenes, mucho mayor que en el caso de los billetes estadounidenses. Su próximo rediseño incluirá los retratos de Umeko Tsuda, una pionera en la educación femenina, y del médico y bacteriólogo Kitasato Shibasaburō.
El billete de 1.000 yenes incluirá en su reverso una imagen del famoso grabado en madera (técnica conocida como ukiyo-e) ‘La gran ola de Kanagawa’, obra del pintor Katsushika Hokusai.
En cambio, el artículo de Musgrave lamenta que, en los Estados Unidos, “los símbolos están tan politizados y son tan resistentes al cambio que se necesita demasiado esfuerzo para introducir novedades en los billetes de la Reserva Federal”.
El autor se refiere a la polémica respecto a la posible inclusión de la imagen de la defensora de los derechos civiles de los afroamericanos Harriet Tubman en los billetes de 20 dólares, en sustitución de Andrew Jackson, presidente de los Estados Unidos entre 1829 y 1837, y criticado por tener esclavos. El anterior presidente estadounidense Donald Trump paralizó el proceso, iniciado en 2016, y su sucesor Joe Biden tiene intención de reanudarlo.
Más política, menos libertades
En opinión de Musgrave, el diseño de los billetes es un reflejo de la política. Según un estudio del graduado en Económicas Kerianne Lawson sobre el diseño de los billetes de 198 países, aquellos con un mayor contenido político en los mismos (con antiguos jefes de estado, activistas, etc.) registraron peores calificaciones en los listados que miden las libertades políticas y en el Índice de Desigualdad de Género de Naciones Unidas.
Las puntuaciones reflejadas en el estudio arrojan conclusiones interesantes sobre los billetes de Estados Unidos. Por ejemplo, que no han tenido ninguna representación relacionada con la religión (Macedonia, Egipto e Irán son los que han alcanzado la puntuación más alta en este apartado); la mujer (Australia, Inglaterra y Anguilla son los primeros); el arte y la cultura (Suiza, Uruguay y Rumanía, los mejores); y ciencia y agricultura (Somalia, Camerún y República Centroafricana, los mejores).
Por otro lado, Estados Unidos solo está por detrás de Tailandia en cuanto a la cantidad de imágenes relacionadas con la política que salen en sus billetes.
En opinión de Musgrave, estas conclusiones sugieren que “la sensación de pomposidad y soberbia en el diseño de los billetes estadounidenses es el reflejo de una estructura política anquilosada que promueve la desigualdad en vez de combatirla”.
Además, el autor señala que, aunque a los estadounidenses les encanta presumir de la juventud y dinamismo de su país, sus billetes transmiten más bien la sensación de veneración de lo antiguo. Un dato: el personaje más ‘joven’ reflejado en la moneda estadounidense actual es el general Ulysses S. Grant… que murió en 1885.