Compuesto por tres monedas, como nunca antes existieron, “The Uncharted Universe” (El Universo Inexplorado) y “Fascination Universum” (Universo Fascinante) nos lleva a las profundidades más lejanas del universo y nos da una visión fascinante de tres fenómenos físico-astronómicos. La primera moneda de la Münze Österreich (Casa de la Moneda de Austria) en forma de S de la serie, “La Vía Láctea”, tiene una curva similar a la de nuestra galaxia. La historia que cuenta sobre el cosmos también presenta sorprendentes giros y vueltas. Los antiguos griegos asociaron la banda de luz lechosa que vemos cuando miramos el cielo nocturno despejado con Heracles, quien de bebé chupó el pecho de la diosa Hera con tanta fuerza que ella lo retiró de su boca, derramando su leche por el cielo.
La serie “Fascination Universum” presenta monedas que ningún ser humano ha visto antes, monedas con formas sofisticadas y poco convencionales. La primera de la serie imita la forma suavemente curvada de nuestra galaxia natal, y permite adentrarse en la inmensidad de la Vía Láctea. La moneda de 20 euros plata aparecerá en el mercado el próximo 12 de mayo.
La interpretación se volvió más científica en 1610 cuando, con la ayuda de un telescopio, Galileo Galilei descubrió que la Vía Láctea en realidad consta de innumerables estrellas individuales. En ese momento, Nicolás Copérnico ya había desacreditado la creencia de que la tierra, en lugar del sol, era el centro del universo, pero Galileo también iba a mostrar que el sol era solo una de las múltiples estrellas de la Vía Láctea.
La visión del mundo se volvió a sacudir en 1920 cuando Edwin Hubble demostró que la Vía Láctea es solo una entre muchas galaxias. Aunque esto hizo que la tierra pareciera cada vez más insignificante, cuanto más pequeño se sentía el planeta, mayor era nuestro conocimiento del espacio exterior y más comenzamos a comprender nuestro lugar físico en el cosmos. La combinación de las superficies convexa y cóncava en el anverso de la moneda da como resultado una superficie plateada en forma de “S” sobre la que se representa la Vía Láctea.
Las dimensiones angulares del sistema de coordenadas galácticas muestran la posición del sol en relación con el resto de nuestra galaxia. La posición del Brazo de Orión, en el que se encuentra nuestro sistema solar, también está marcada. También lo son las posiciones de los fenómenos astronómicos Cygnus X-1 y Crab Pulsar, que juegan un papel especial en las otras dos próximas monedas de la serie.
“La Vía Láctea” cuenta con un valor nominal de 20 euros, acuñada por la Münze Österreich (Casa de la Moneda de Austria), Ceca de Viena, en calidad Proof, con un peso de 20,74 gr., diámetro de 34 mm., en plata de 925 milésimas, tirada de 30.000 ejemplares y grabada por Helmut Andexlinger.
La moneda ha sido acuñada con una forma especial: la mitad de la moneda de la Vía Láctea es convexa y la otra mitad es cóncava. Cuando se ve desde un lado, la suave forma de “S” de la moneda se puede ver claramente.
El anverso muestra el sistema de coordenadas galáctico con sus dimensiones angulares y la posición de nuestro sol en relación con el resto de la galaxia. No solo se indica su posición, sino también la del Brazo de Orión, en el que se encuentra nuestro sistema solar, así como de fenómenos astronómicos que jugarán un papel especial en el resto de monedas de la serie: “Cygnus X-1” y “Pulsaciones de cangrejo”.
Una moneda colorida e impresa, el reverso repite el motivo del anverso, pero reproduce la Vía Láctea en espiral en color y de manera realista.