La Oficina de Grabado e Impresión de los Estados Unidos (Bureau of Engraving and Printing), agencia dependiente del Departamento del Tesoro que se encarga de la impresión de billetes y otros documentos de seguridad del Gobierno, se trasladará de sus actuales instalaciones en 2025. La nueva sede, cuya inauguración está prevista para 2025, se construirá en Maryland y sustituirá a las actuales dependencias, situadas en Washington y que fueron inauguradas en 1914.
La sede actual en Washington D. C. de la Oficina de Grabado e Impresión se ha quedado anticuada para las actuales necesidades del Departamento del Tesoro.
El edificio data de 1914 (ver imagen inferior) y no está adaptado a las nuevas tecnologías, por lo que el Gobierno estadounidense ha encargado la construcción de una nueva y más moderna sede, que se ubicará en la localidad de Belsville (Maryland), a unos 25 kilómetros al nordeste de la capital.
El objetivo es aumentar la eficiencia en la producción. En las actuales instalaciones de Washington, el proceso completo de impresión de billetes requiere que éstos recorran una distancia de más de 1.700 metros, en varias plantas.
Ese mismo proceso, en las instalaciones de la Oficina en Fort Worth (Texas), requiere una distancia de 400 metros.
El proyecto ha sido encargado al prestigioso estudio de arquitectura Skidmore, Owings & Merrill, que se ha encargado de diseñar un moderno edificio de metal y vidrio que se funde con el entorno verde en que se ubica (ver imagen del proyecto en la cabecera) y que romperá con la imagen neoclásica de la actual sede de la Oficina de Grabado e Impresión.
Las nuevas instalaciones tendrán una superficie de 93.000 metros cuadrados y su coste está presupuestado en unos 800 millones de dólares
El edificio principal apenas tendrá 15 metros de altura y contará con accesos separados para empleados y visitantes. Incluirá un aparcamiento con 30 plazas destinado a los visitantes.
En el texto del proyecto realizado por el estudio de arquitectura se señala que “la Oficina de Grabado e Impresión es una venerable institución que tiene un enorme significado nacional e internacional. El diseño de su nueva sede debe reflejar, por tanto, la importancia de esta nueva función. El proyecto propuesto no se ha diseñado como una fábrica, desde el punto de vista utilitario; más bien, se ha hecho en armonía como su entorno y reconociendo el papel que desempeña como institución federal”.
Aunque el nuevo edificio podría inaugurarse en 2025, se estima que hasta 2029 no se terminará el traslado de los 1.600 empleados. De hecho, está previsto que algunas tareas de gestión se sigan realizando desde el antiguo edificio de Washington D. C.
Según el proyecto, “el nuevo edificio permitirá consolidar numerosas funciones, incluyendo el soporte administrativo y la fabricación de billetes, en una sola planta, propiciando un flujo de trabajo mucho más fluido y eficiente en cuanto a costes. Estará equipado con tecnologías de última generación en cuanto a seguridad en la producción de billetes, y dispondrá de un espacio de hasta un millón de pies cuadrados (93.000 metros cuadrados), lo que garantizará su adaptación a las necesidades futuras de la producción. Además, estará diseñado de acuerdo con los estándares de seguridad federales”.