Este año se cumple un cuarto de siglo desde que el tenista holandés Richard Krajicek, ‘el cañonero de Rotterdam’, se proclamase campeón del prestigioso torneo de Wimbledon. Se trata de la primera y, hasta ahora, única victoria de un tenista de esta nacionalidad en un torneo del Grand Slam de tenis, motivo por el que la Royal Dutch Mint ha emitido sendas medallas de oro y plata dedicadas a la hazaña de Krajicek.
El 7 de julio de 1996, Richard Krajicek levantaba la copa de plata chapada en oro que se entrega al vencedor del torneo de tenis de Wimbledon. El tenista holandés ni siquiera estaba entre los 16 cabezas de serie y tuvo la fortuna de suplicar al austriaco Thomas Muster, lesionado.
Sin ninguna presión y haciendo gala del potente saque que era uno de los rasgos distintivos de su juego, Krajicek fue superando rondas y, en cuartos de final, se deshizo del entonces número uno mundial, el estadounidense Pete Sampras, que había ganado las tres anteriores ediciones del torneo y ganaría las cuatro siguientes.
En la final, el tenista neerlandés venció al estadounidense Malivai Washington por un contundente 6-3, 6-4 y 6-3, logrando el triunfo más importante de su carrera, su único torneo del Grand Slam y el único ‘grande’ de un tenista de su país.
Motivos más que suficientes para que la Royal Dutch Mint, Casa de la Moneda de los Países Bajos, haya decidido dedicar una emisión de medallas a conmemorar el histórico triunfo.
Sin embargo, detrás de la historia deportiva existe una historia humana que también ha influido en la decisión de emitir estas medallas de oro y plata. En 1997, Krajicek ofreció un ‘clinic’ de tenis en uno de los barrios más deprimidos de La Haya, donde advirtió que muchos niños no podían practicar su deporte favorito en un entorno seguro y cercano a sus casas.
Esto le decidió a crear la Fundación Krajicek, destinada a promover un estilo de vida saludable entre los jóvenes de las áreas más deprimidas de su país. El tenista creó también una academia en la que los chicos más prometedores pudieran desarrollar sus capacidades.
Entre las actividades promovidas por el campeón neerlandés está la organización de los llamados King’s Games, unos juegos deportivos anuales en los que participan más de 1,2 millones de niños. Sin duda, una gran iniciativa que merece conmemorarse.
Las medallas
La emisión conmemorativa del triunfo de Richard Krajicek en Wimbledon consta de dos piezas, de oro y plata.
La primera está acuñada en oro de 999 milésimas, en calidad proof. Tiene un peso de una onza troy (31,10 gramos) y un diámetro de 38,7 milímetros, con el canto estriado. La emisión está limitada a solo 14 piezas (resultado de sumar 7 y 7, el mes y el año en que lo ganó).
El anverso muestra un retrato de Richard Krajicek, con su nombre en la parte superior. A la izquierda se recuerda la efeméride, con la leyenda ‘25th ANNIVERSARY’ junto a una silueta que representa al propio Krajicek deslizándose de rodillas por la hierba de la pista central de Wimbledon tras derrotar a Washington.
En la parte inferior izquierda, otra leyenda recuerda su título: ‘WIMBLEDON CHAMPION 1996’. Y en la parte inferior, abrazando el retrato del campeón, aparece un diseño formado por diez pares de raquetas de tenis que simulan una corona de laurel.
El reverso, rodeado por una gráfila de perlas, está presidido por una imagen del trofeo que se entrega al vencedor del torneo de Wimbledon, con una inscripción en la parte inferior: ‘WIMBLEDON TROPHY 1996’.
En cuanto a la medalla de plata, está acuñada en plata de 999 milésimas, con calidad proof. Su peso es de una onza troy (31,10 gramos) y su diámetro, de 38,7 milímetros, con el canto liso. La emisión está limitada a 500 piezas.
El anverso es el mismo que el de la medalla de oro. El reverso de la medalla de plata simula ser una pelota de tenis, con la textura de la superficie muy bien lograda, y la firma de Richard Krajicek en ella.
Tanto la medalla de oro como la de plata se suministran en un lujoso estuche con forma de pelota de tenis y firmado por el propio tenista.
En suma, una preciosa forma de homenajear al campeón neerlandés por su único triunfo en un torneo del Grand Slam. Es una lástima que, contando en nuestro país con uno de los mejores tenistas de la Historia, vencedor de 20 torneos del Grand Slam (13 Roland Garros, 4 Open de EEUU, 2 Wimbledon y 1 Open de Australia), la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda no haya acuñado aún una medalla o una moneda conmemorativa dedicada a Rafa Nadal.
En el caso del suizo Roger Federer, también vencedor de 20 torneos del Grand Slam, la Swiss Mint le concedió el honor de ser la única persona viva en figurar en una de las monedas que acuña. Sin duda, un ejemplo a seguir.