Épila es un municipio aragonés de poco más de 4.400 habitantes que desde antiguo se elevó como un enclave fundamental en la comunicación del este-oeste peninsulares. Hoy, en sus alrededores permanece un puente romano del S. III que corresponde al antiguo trazado de la vía que unía Caesaraugusta (Zaragoza) con Augusta Emerita (Mérida). Sus calles fueron testigo, entre otros acontecimientos, del nacimiento del rey Juan I de Castilla o de los primeros combates de la Guerra de la Independencia, cuando las tropas españolas, bajo el mando de Palafox, se enfrentaron a las de Napoleón, cuando las primeras se estaban empezando a organizar.
En pleno siglo XXI, Épila se mantiene como una localidad agrícola, ganadera y apicultuora; pero con una industrialización creciente e importante cuyos polígonos dan trabajo a gente de toda la comarca. Pocas veces se gana un hueco en la información del día a día, aunque no hace mucho tiempo, en las Elecciones Municipales, ocupó titulares en todos los medios porque Vox incluyó, por error, a Mariló Montero como candidata al Ayuntamiento.
En su afán por mirar al futuro sin olvidar los puentes que vienen del pasado, el municipio decidió dedicar un parque a la Peseta cuando el euro irrumpió en nuestros bolsillos. Como ocurriera en una primera excursión que propusimos en este mismo rincón por algunos de los monumentos que por la geografía española recuerdan a la más querida de nuestras monedas, el de Épila, quizás, nunca se gane un párrafo en ningún libro de Historia del Arte, pero a los amantes de la numismática es un rincón cargado de recuerdos. Ahora que es tiempo de vacaciones, puede merecer una escapada camino de Zaragoza.
El Parque de la Peseta se encuentra en la salida de la población cerca del campo de fútbol y del cruce que dirige a la conocida Casa de Dios, concretamente en la Avenida de Rodanas. El parque está conformado por un coqueto jardín y juegos infantiles en cuyo centro se encuentra el protagonista de este artículo.
El Monumento a la Peseta se sustenta sobre una base poligonal de hormigón (que debió albergar en otro tiempo una fuente o un estanque, hoy seco) y dos columnas del mismo material que sujetan la reproducción en bronce de la moneda vigente en España antes de la irrupción del euro: la peseta (concretamente la referida al año 1980 con la efigie del Rey Juan Carlos I en el anverso y el año 1982 en su reverso).
En la base se hallan reproducciones de otras monedas: 5 pesetas (correspondiente al año 1998), 10 pesetas (del año 1984); 25 pesetas (con dos fechas 1990 y 1992 año de las Olimpiadas de Barcelona), 100 pesetas (del año 1984) y, finalmente, la de 500 pesetas del año 1989 con la doble efigie de los reyes españoles Juan Carlos y Sofía.
FELIZ VERANO PARA TODOS