El 10 de mayo la Royal Mint puso a disposición del público la tercera moneda que forma parte de la serie titulada “Innovación en la ciencia”, que se centra en las contribuciones científicas británicas y las personas detrás de los descubrimientos. Las monedas, con fecha de emisión 202,1 muestran la vida y obra de John Logie Baird (1888-1946), quien fue pionero en el desarrollo de la televisión.
La moneda de 50 peniques acuñada por la Royal Mint marca el 75 aniversario de la muerte de John Logie Baird y también el legado de sus innovadoras creaciones. Nacido del deseo de tener una “radio con imágenes” y de la curiosa práctica de los oyentes mirando su radio durante los programas, y siendo la necesidad madre de la invención, los sonidos acompañados de imágenes eran solo cuestión de tiempo.
Las monedas de 50 peniques heptagonales (siete lados) están diseñadas por la empresa Osborne Ross, con sede en Londres. Sobre el diseño del reverso destaca la leyenda “JOHN LOGIE BAIRD TELEVISION POINEER” (John Logie Baird Pionero de la Televisión) con los años conmemorativos “1888” y “1946” que se muestran a continuación. El equipo de diseño de productos de Royal Mint adoptó una hábil técnica de “excavación” entre las líneas del modelo para crear un acabado tridimensional de calidad, reproduciéndose ondas que parten de una antena central. Dentro de esas ondas aparecen inscritas las diferentes etapas de la vida del inventor de la tele desde su nacimiento hasta la demostración analógica y producción de los primeros aparatos en 1926.
El anverso lleva la quinta efigie definitiva de la reina Isabel II diseñada por el grabador Jody Clark y vista en toda la circulación británica y monedas conmemorativas desde 2015. La denominación “50 PENCE” es parte de la leyenda que rodea la imagen de la reina junto con la fecha de emisión “2021” y la famosa leyenda “ELIZABETH II. D.G.REG.F.D.” (Isabel II Reina por la Gracia de Dios y Defensora de la Fe).
La emisión cuenta con cuatro opciones, según el metal utilizado, siempre con la misma denominación de 50 peniques. En cuproníquel, el peso es de 8 gr., diámetro 27,3 mm., calidad BU (Brillante Sin Circular) y tirada ilimitada. En plata hay dos tipos: el primero, de 925 milésimas, peso 8 gr., diámetro 27,3 mm., Proof y 5.010 ejemplares; el segundo, tipo Piedfort, modelo, con 16 gr., 27,3 mm., Proof y 2.200 ejemplares. El cuarto tipo, está acuñado en oro de 9167 milésimas, 15,5 gr. de peso, 27,3 mm., Proof y tirada de 405 de ejemplares.
John Logie Baird (1888-1946) fue pionero en el desarrollo de la televisión
La producción de los primeros modelos prácticos de los ” televisores” de Baird se puso a disposición del público británico en 1926 por la suma de 18 libras esterlinas, equivalente en poder adquisitivo a alrededor de 1.130 libras en la actualidad. Los modelos, con su pantalla pequeña y su gran disco giratorio en la parte trasera, ofrecieron al espectador una idea de lo que estaba por venir. Aunque la transmisión se limitó a solo un par de horas al día, el concepto capturó la imaginación del público, que estaba ansioso por explorar el concepto de imágenes en movimiento en sus hogares.
Aún así, en términos de inversionistas, algunos creían que la construcción de un sistema de transmisión no era viable y produciría poca o ninguna recompensa financiera, para aquellos sin previsión resumida, no había forma de ganar dinero con eso. Hubo quienes también creyeron que podría ser útil la radio con imágenes, pero los críticos argumentaron que el entretenimiento no era uno de ellos. Sin embargo, el trabajo continuó y comenzó a producir resultados y competidores en cuanto a modelos de televisión y cadenas de transmisión actuales. En 1927, la American Telephone and Telegraph Company hizo una demostración pública de la nueva tecnología y, en 1928, la General Electric Company había comenzado a emitir programas de televisión regulares y a fabricar sus propios televisores de marca.
Solo un año después, John Baird convenció a la British Broadcasting Corporation BBC de que le permitiera producir programas de entretenimiento de media hora a la medianoche tres veces por semana y que se veían en los mismos modelos de televisores fabricados por Baird Company. Alexandra Palace, que había sido descrita como “la primera estación de televisión pública, regular y de alta definición del mundo“, se convirtió en el sitio para la transmisión regular de la BBC debido a su ubicación muy por encima de gran parte de Londres y que albergaba su alto mástil transmisor. Los años siguientes vieron el primer boom de la televisión, con miles de británicos comprando o construyendo televisores primitivos para ver el precursor de los programas con los que nos familiarizaríamos tanto.
Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en Europa en 1939, el desarrollo de la televisión se retrasó tanto en Europa como en América del Norte, los dos principales centros de investigación y posibles mercados comerciales. Sin embargo, antes de este cese, tuvo lugar otro hito importante en la intrigante historia de la televisión. El 4 de febrero de 1938, se realizó una demostración de televisión en color en el Dominion Theatre de Londres. Durante una actuación nocturna con una audiencia de 3.000 personas que vieron imágenes del transmisor Crystal Palace. Este logro representó una triple primicia para John Logie Baird y fue la primera vez que la televisión en color se transmitió por radio al público. Mientras que la televisión abierta estaba en pausa con el estallido de los combates en Europa, fue durante este tiempo que Baird continuó con su investigación en televisión por cuenta propia. Se había formado una nueva empresa llamada John Logie Baird Ltd. para promover sus recientes invenciones que incluían la telechrome, el primer tubo de rayos catódicos del mundo para televisión en color. Lamentablemente, Baird sufrió un derrame cerebral a principios de 1946, que efectivamente lo confinó a la cama, y murió mientras dormía el 14 de junio a la edad de 58 años, solo una semana después de que la BBC reanudara su servicio de televisión.