La Bănca Naţională a României (Banco Nacional de Rumanía) ha emitido una moneda de oro conmemorativa con motivo del centenario del nacimiento de Miguel I, su último rey y un monarca que desempeñó un importante papel en la historia del país durante la primera mitad del siglo XX.
Miguel I fue algo más que un rey para Rumanía. Fue una figura destacada que participó activamente en la política del país antes y durante la Segunda Guerra Mundial, lo que acabaría costándole el trono. A cambio, se convirtió en un referente moral en un país en el que la clase política no ha disfrutado precisamente del aprecio y el respeto de los ciudadanos.
Por este motivo, la Bănca Naţională a României, el banco central del país, ha emitido una moneda de oro conmemorativa del centenario de su nacimiento, que ha sido acuñada por la Monetăria Statului, la Casa de la Moneda Estatal de Rumanía.
El rey más joven
Miguel I fue un referente en el trono de Rumanía, además de ser el rey más joven en subir al trono en toda la historia del país. Hijo del príncipe heredero Carlos de Rumanía, Miguel nació en 1921.
Apenas cuatro años después de su nacimiento, su padre se vio envuelto en un escándalo por su relación sentimental con Magda Lupescu y fue presionado a renunciar a sus derechos y exiliarse en París.
En 1927 ascendió al trono con el nombre de Miguel I, pero, dada su corta edad, fue un Consejo de Regencia el que reinó en su nombre. Tras tres años de una gestión desastrosa, el antiguo príncipe heredero Carlos de Rumanía regresó de su exilio y asumió el trono en 1930, por lo que el hasta entonces rey Miguel I fue ‘degradado’ a príncipe heredero.
En 1940, el rey Carlos II fue depuesto y Miguel I asumió el trono por segunda vez, con un Gobierno dictatorial dirigido por el mariscal Ion Antonescu, quien decidió convertirse en aliado de la Alemania nazi.
Preocupado por la deriva del Gobierno de Antonescu, Miguel I decidió secundar un golpe de estado contra el mariscal y nombrar como jefe de Gobierno a Constantin Sanatescu. El nuevo Gobierno decidió romper su alianza con las fuerzas del Eje y acercarse a los aliados
Concluida la Segunda Guerra Mundial y como consecuencia del reparto de influencias en Europa, Rumanía se vio inmersa en la zona de influencia soviética, por lo que Miguel I tuvo que nombrar a un Gobierno prosoviético, a cuyo frente estaba Petru Groza, en 1945.
Sin embargo, por lealtad hacia sus súbditos, el rey protagonizó un nuevo hecho insólito en las monarquías europeas, negándose a firmar los decretos del Gobierno de Groza entre agosto de 1945 y enero de 1946. Una ‘huelga real’ que le llevó a perder el trono, al ser obligado por Groza a abdicar, en diciembre de 1947.
El Gobierno prosoviético le desposeyó de la ciudadanía rumana, de sus posesiones y le obligó a marchar al exilio, estableciéndose en Suiza.
En 1989, tras la caída del dictador Nicolae Ceaucescu, Miguel regresó a Rumanía, pero fue inmediatamente detenido y deportado.
En 1992, el Gobierno de Ion Iliescu le invitó a visitar el país por Pascua, pero, alarmado ante el enorme apoyo popular que recibió el antiguo monarca (su discurso desde una ventana de su hotel fue seguido por más de un millón de personas), le prohibió regresar.
Por fin, en 1997, tras la derrota de Iliescu por Emil Constantinescu, se inició el proceso de rehabilitación del antiguo rey, a quien se le permitió regresar al país y recuperar su ciudadanía y algunas propiedades.
En el año 2000 recuperó el título de rey, en su condición de antiguo jefe de estado. Desde entonces, encabezó diversas obras benéficas y se convirtió en un referente moral para los ciudadanos, hasta su muerte en 2017.
Un diseño sencillo
La moneda dedicada a su centenario por la ceca estatal rumana tiene un valor facial de 500 lei y está acuñada en oro de 999 milésimas, calidad proof. Su peso es de una onza troy (31,10 gr) y su diámetro, de 35 mm, con el canto liso.
La emisión está limitada a 1.000 piezas.
En cuanto al diseño, su anverso muestra una imagen del edificio central del Palacio Real de Bucarest, con el escudo de armas de Rumanía en el centro.
En la parte superior aparece el nombre oficial del país, ‘ROMANIA’. En la inferior, el valor facial, ‘500 LEI’ y el año de emisión, ‘2021’.
El reverso está presidido por un retrato del rey Miguel I de joven, con uniforme militar. A su alrededor figura la leyenda ‘REGELE MIHAI I, 100 DE ANI DE LA NASTERE’ (‘100 años del nacimiento del rey Miguel I’).