Vaticano cierra el ciclo de emisiones dedicado a los Arcángeles, iniciado en 2019, con la moneda de oro de 200 euros de valor nominal dedicada al Arcángel San Rafael, esculpida por Gabriella Tirotto y grabada por Silvia Petrassi.
La moneda emitida por el Estado Vaticano ha sido acuñada en el Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato, Casa de la Moneda de Roma, en oro de 917 milésimas con un peso de 40 g, diámetro de 38,5 mm, con tirada de 499 ejemplares y canto con vieiras.
El anverso reproduce la imagen bíblica del Arcángel San Rafael en el centro del campo, con la mano izquierda señalando hacia el cielo, acompañado a su izquierda por el joven Tobías y su fiel perro, y a su derecha un gran pez. Hay una orla en la que está grabada la leyenda “DEUS SANAT” (Dios Sana). Completa la imagen con el nombre del estado emisor “CITTÁ DEL VATICANO” (Ciudad del Vaticano) y el valor nominal “200 EURO”. Además cuenta con la sigla “R” de la Ceca de Roma.
El reverso muestra el escudo de armas del Papa Francisco, rodeado por la leyenda “FRANCIS CVS. PONT MAX” (Francisco Máximo Pontífice), y en la parte inferior el lema del Pontífice “MISERANDO ATQVE ELIGENDO” (Lo miró con misericordia y lo eligió) y “ANNO DOMINI MMXXI” (Año del Señor 2021). Además se incluyen los nombres de Silvia Petrassi y Gabriella Tirotto.
El nombre Rafael en hebreo antiguo significa, de hecho, “Dios sana”: Rafael es el ángel de la salud; es el santo patrón de los novios y cónyuges, farmacéuticos, oftalmólogos y caminantes.
En la iconografía religiosa se suele representar junto con un pez y un frasco de medicinas. Rafael aparece por primera vez en el libro de Tobías en el Antiguo Testamento de la Biblia católica con el nombre de Azaria (el que ayuda). El Arcángel acompaña al joven Tobías, enviado por su padre ciego, para hacer un largo viaje, durante el cual, siguiendo el consejo de Raffaele, el joven derrota a un enorme pez del que extrae la hiel, el corazón y el hígado; conoce y se casa con Sara, que se libera del diablo gracias a las entrañas del pez. Al regresar a casa, Tobias esparce hiel en los ojos de su padre que recupera la vista. Solo al final del libro Raphael revelará su naturaleza angelical.