A punto de cumplir los 20 años, hay toda una generación de españoles (y de europeos) que ya pueden conducir sus propios coches, han crecido entre la marea de internet y los acantilados de las redes sociales, apenas han visto perder a la Seleccion Española y sólo han conocido el euro en sus bolsillos. Tras casi siglo y medio entre los españoles, la peseta desapareció en 2001, pero volvió a copar titulares cuando, el pasado 30 de junio, finalizó el plazo para canjear nuestras pesetas en euros en el Banco de España.
Pocas piezas, a lo largo de nuestra historia numismática, se han ganado el cariño sincero de la sociedad como la peseta. Su protagonismo en el devenir de los años va más allá de su valor meramente económico. Viajamos hoy, con el oxígeno que da el recuerdo, a cuatro municipios que quisieron dejar en sus calles sendos monumentos de homenaje a nuestra querida peseta. Quizás, no son piezas que vayan a entrar en los libros de la Historia del Arte, pero pocos turistas dejan de lanzar una foto cuando pasan cerca de ellos.
Iniciamos nuestra excursión en Fuengirola. El Monumento a la Peseta se encuentra en el paseo marítimo de la localidad malagueña. Fue creado por el artista local y escultor José Gómez Guerrero, también autor de otras muchas esculturas que remiten a los recuerdos de los primeros turistas españoles: Los niños en la playa, Monumento al Seat 600… En esta escultura, aparece el reverso de la peseta que se acuñó en aluminio desde 1982 a 1989.
Siguiendo la costa malagueña, llegamos a Estepona, un municipio que a finales de los años 90 erigió también un monumento a la peseta, junto a la Playa de la Rada. La escultura, en la que aparece un niño guiando la moneda como los antiguos aros, no estuvo exenta de polémica, pues en su reverso aparece el diseño acuñado a partir de 1946, pero para evitar que apareciera la efigie de Franco, se recurrió al boceto de 1944, es decir, el anverso de las famosas pesetas del 1. De esta manera, la peseta representada es un “error numismático” que no existió nunca. El monumento es obra del artista Joaquín Fabián Aguilera, afincado en Estepona y autor de otras esculturas que lucen en la localidad.
También en la costa mediterránea, pero ya en la provincia de Almería, hacemos parada ahora en Roquetas del Mar. Con una concepción más moderna y elaborado en acero inoxidable y latón dorado, el monumento se encuentra situado cerca del Auditorio Municipal y se erigió en 2002, justo el año en el que desapareció nuestra querida peseta. El conjunto se encuentra situada junto a un monolito de 5 metros de altura, también realizado en acero inoxidable y acero corten, donde se incluyen elementos asociados con la economía local.
Nuestra última parada, de momento, la hacemos en pleno centro peninsular, en el madrileño municipio de Tres Cantos. Bajo una perspectiva más conceptual, Juan Pineda, el autor de este monumento levantado entre 2002 y 2003, quiso resumir en un monolito de hormigón los cinco momentos en los que la peseta fue protagonista de la historia de España: Gobierno Provisinal y Alfonso XIII, Segunda República, Francisco Franco y reinado de Juan Carlos I. Coronando el monolito, se resume esta historia de la peseta con el anverso de la primera acuñación en 1869, donde aparece la alegoría de Hispania recostada en los Pirineos y a sus pies el peñón de Gibraltar y el reverso de las últimas pesetas en época de Juan Carlos con el escudo constitucional.
Cuatro ciudades, cuatro lugares, cuatro recuerdos… Es tiempo de vacaciones, pero muchos turistas harán escala en algunos de estos municipios que levantaron sendos monumentos a una moneda que ya forma parte de nuestra historia, y que hace ya 20 años que dejó de estar en nuestros bolsillos, y que a toda una generación de “millenial”’ le suene a cuentos de abuelos.