El ejemplar más fino del dólar de plata estadounidense de 1804, Clase I, se vendió el 17 de agosto en Chicago por la asombrosa cantidad de 7,680.000 millones de dólares en una subasta de Stack’s Bowers Galleries para convertirse en la moneda más cara de su tipo.
El dólar de plata Clase I, que ha sido calificado como Proof-68 por Professional Coin Grading Service PCGS, pertenecía a la colección del difunto gran coleccionista y millonario D. Brent Pogue y cuenta con una historia increíble.
El lote 4114 de la subasta que Stack’s Bowers Galleries realizó el pasado 17 de agosto en Chicago, durante la celebración de la World Money Fair, contenía el mejor ejemplar conocido como “El rey de las monedas americanas”: un dólar con el busto de la Libertad vuelto, la famosa pieza de plata de 1804, de las que se conocen otras 7 ejemplares de Clase I.
Literalmente, una muestra de la historia de Estados Unidos, el frente del dólar de plata está adornado con el busto de Liberty e inscrito con la fecha “1804” y la palabra “libertad”. El reverso, por su parte, presenta un águila y 13 estrellas que representan las colonias originales. Fue acuñado a pedido del presidente Andrew Jackson para servir como un regalo diplomático para los demás líderes mundiales.
Este ejemplar en particular fue acuñado en 1834 y presentado a Said bin Sultan Al-Said, el sultán de Mascate y Omán, un año después, en 1835. En su historia, la rareza ha adornado solo cuatro colecciones numismáticas privadas, incluidas las de Charles A. Watters, Virgil M. Brand, la familia Childs y la familia Pogue. También se vendió en una subasta solo una vez, en 1999, cuando Pogue, quien murió en 2019 a los 54 años, compró la moneda a la familia Childs por el precio récord de entonces de 4,14 millones de dólares.
La moneda, que eclipsó su estimación original de 7 millones de dólares, ahora se ubica como el segundo dólar de plata más caro que existe. El primer puesto pertenece a un dólar de plata de 1794 “Flowing Hair” que Stack’s Bowers vendió por 10 millones de dólares en 2013. También es una de las 10 monedas más caras en la historia de la numismática. El número uno en esa lista es, por supuesto, el codiciado Double Eagle de 1933 que ganó 18,9 millones de dólares en Sotheby’s en junio pasado para llevarse el título de la moneda más cara del mundo.