Crónica Numismática se estrena en formato digital con una entrevista en exclusiva con el director del Museo Casa de la Moneda, Rafael Feria y Pérez, quien pese a los duros tiempos de pandemia nos abrió las puertas de su despacho, y las de las salas del Museo, para, con mascarilla hasta la hora del posado fotográfico, claro está, conversar e ir respondiendo a las preguntas que a modo de cuestionario le fuimos realizando.
El curriculum y las actividades profesionales de Rafael Feria es tan inmenso, debido a sus prontos inicios juveniles, que ya han llegado a ocupar 36 páginas. Sin desmerecer al locuaz interlocutor señalamos que este madrileño de 60 años, que en absoluto aparenta, se licenció en Historia Antigua y doctoró en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, con una tesis doctoral sobre Museología y Museografía monetarias. Diplomado en Marketing, además de académico correspondiente de la Real Academia de la Historia es director del Museo Casa de la Moneda y director de Relaciones Institucionales y Comunicación de la FNMT, profesor Asociado de Epigrafía y Numismática en la Facultad de Geografía e Historia de la UCM y vicepresidente de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos (SIAEN). Ha sido, entre otros cargos, director general de la Fundación Real Casa de la Moneda, presidente del Comité Español del Consejo Internacional de Museos (ICOM/UNESCO), y vocal de la Comisión Española de la UNESCO.
Crónica Numismática.- Su vida profesional dentro de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre- Real Casa de la Moneda ha sido muy profusa, ¿pero cuáles fueron sus inicios? ¿Intervino en el paso del viejo Museo al actual Museo Casa de la Moneda?
Rafael Feria.- Fui nombrado director del Museo Casa de la Moneda en 1988 y, en 1989, puse en pie, además, la Fundación Casa de la Moneda, la Escuela de Grabado y Diseño Gráfico y los renovados Premios Tomás Francisco Prieto.
Me encontré un museo que estaba cerrado al público –sólo de vez en cuando se recibía algún grupo– y cuya exposición permanente se había inaugurado en 1964 con criterios museográficos de los años treinta. Diez mil metros cuadrados con decenas de salas –muchas cerradas–, conteniendo centenares de magníficas vitrinas de roble, con miles de monedas y billetes en su interior, y ni una sola cartela, texto o audiovisual que informara de nada sobre el mar de piezas que se “colocaban” para su contemplación, como si de mesas de casino se tratara.
Lo primero que hice fue reabrir el Museo al público y, de inmediato, preparar un plan museológico y museográfico para la reforma entera de la exposición permanente, crear un área de exposiciones temporales, rehabilitar el auditorio, aumentar la plantilla de celadores de sala y conservadores, informatizar e incrementar las colecciones del Museo y volúmenes de la biblioteca, establecer una estrategia de proyección cultural y social (p. ej. exposiciones temporales dentro y fuera del Museo, conciertos, cursos, conferencias, congresos, La Tienda del Museo) y científica (revisión, estudio y publicación de las colecciones; nuevos depósitos y laboratorio de restauración; recibir becarios; impulsar proyectos de investigación propios o en unión con universidades y museos nacionales y extranjeros; patrocinio de estudios, cursos, proyectos y publicaciones ajenos; impulsar la actividad de la SIAEN y garantizar la edición y ampliar la difusión de la revista Numisma y su intercambio).
CN.- Sr. Feria, qué destacaría de esa renovación del Museo.
RF.- Se pasó de ser un inmenso conjunto de salas y vitrinas con monedas que tenía la FNMT en su nueva sede de la calle Jorge Juan con Doctor Esquerdo, a un auténtico Museo Monetario –de titularidad estatal– para el siglo XXI, el más grande del mundo en su género, con un montaje sencillo y atemporal, con su propia personalidad, programación e imagen corporativa, y en la que se hace repaso a la historia del dinero, la medalla, etc. y a la de la propia Real Casa de la Moneda y sus diversas producciones. En conclusión, un centro estatal de actividad científica, cultural y corporativa de todo tipo.
CN.- Háblenos de su papel en los Premios “Tomás Francisco Prieto”, siempre ligados a la Casa Real.
RF.- En 1989 recibí el encargo de retomar, dentro de la recién creada Fundación, un Premio de medallística que, hasta un pasado reciente, había reconocido trabajos de jóvenes artistas, y convertirlo en un galardón al más alto nivel, que se concedía a artistas nacionales e iberoamericanos de indubitado prestigio internacional, y que, gracias al mismo, nos diseñaban una medalla –nunca antes lo habían hecho– y nosotros, la acuñábamos y les organizábamos una importante exposición reflejada en magníficos catálogos. Es decir, con el PTFP los más grandes creadores plásticos de nuestro arte contemporáneo se incorporaban al mundo de la medalla y al entorno cultural y productivo de la FNMT y su Museo. Además de organizar el Premio “Tomás Francisco Prieto” cada año, he sido el secretario del jurado en sus 29 ediciones.
CN.- ¿Hay alguna pieza a destacar en las actuales vitrinas del Museo Casa de la Moneda?
RF.- Es muy difícil destacar una pieza entre tantas, ya que tenemos muchas piezas únicas –o muy raras– expuestas en sala y de muy diferentes épocas. Hace poco, el presidente electo de Guatemala quiso fotografiarse junto al único ejemplar de los 8 escudos de 1770 de la Ceca de Guatemala. Además, tenemos lo que no puede tener nadie, como son elementos del utillaje y proceso de producción: modelos, bocetos, planchas, troqueles de monedas, billetes, medallas, sellos, timbres, etc. Por ejemplo, es cierto que tenemos el Centén de oro de 1623, que es único y el mejor documentado (acuñado en presencia de Felipe IV, el conde duque de Olivares, el príncipe de Gales, el duque de Buckingham, etc.), pero lo que nos singulariza es que tenemos los rodillos originales para laminar cincuentines y centenes, o los retratos originales en cera de Carlos III para la reforma monetaria de 1772 –y el muestrario del cono monetario que aprobó el rey–, por poner sólo un ejemplo. Sí que quisiera destacar, en su conjunto, la equilibrada y completa colección de moneda andalusí, que fue analizada y publicada en su totalidad; y por su singularidad el Gabinete de Estampas y Dibujos; la Biblioteca Histórica; y los legados de Tomás Francisco Prieto (1783) y de Roberto Michel (1840), entre otras colecciones que conforman los fondos del Museo Casa de la Moneda.
Realmente es difícil decir cuál puede ser la pieza reina del Museo. En cuanto a piezas no numismáticas, ¿cuánto valen los leones de la Cibeles, obra de Roberto Michel? ¿O los originales de las fuentes de los tritones que están frente al Museo del Prado? Aquí los tenemos. Y en cuanto a piezas numismáticas, en moneda de la monarquía hispánica, el centén de Segovia de 1623, una pieza única en el mundo; en moneda cartaginesa, la decadracma de Cartago, que es espectacular, comprado en Nueva York en una subasta; en moneda griega, tenemos dos o tres decadracmas de Siracusa; la colección de monedas andalusíes más equilibrada del mundo. Tenemos monedas de todos los periodos y de todas las épocas.
CN.- ¿A qué nivel está el Museo Casa de la Moneda respecto a otros museos internacionales de la misma categoría?
RF.- Por instalaciones y exposición permanente, es el museo monetario más grande del mundo, y el más importante de entre los dependientes de una casa de moneda o banco central. En actividad cultural, publicaciones, exposiciones temporales y patrocinio al mundo científico y universitario, arrasamos con todos. Es de difícil comparación con los vetustos gabinetes numismáticos de bibliotecas y museos de historia o de arqueología, ya que, por origen, concepción histórica y actividad, aquellos son básicamente recintos reducidos donde se conservan grandes colecciones de piezas que conforman el patrimonio numismático de un Estado.
Pero hay que tener en cuenta que además tenemos una gran colección de documentos de garantía y seguridad, y somos un gabinete de estampas y dibujos de primer orden en el mundo, que no tiene nada que envidiar al del Museo del Prado o el de la Biblioteca Nacional.
CN.- ¿En qué organismos nacionales e internacionales está presente el Museo?
RF.- Destacaré organismos como la Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos SIAEN, Asociación Numismática Española ANE, Consejo Internacional de Museos ICOM, Comité Internacional del ICOM para los Museos Monetarios y Bancarios ICOMON, Federación Internacional de Medallas de Arte FIDEM, Asociación Internacional de Museos de Transporte y Comunicaciones IATM, Comisión Internacional de Numismática CIN o en la Asociación Española de Museólogos AEM.
CN.- ¿Cuántas piezas componen, aproximadamente, la exposición permanente del Museo Casa de la Moneda, y cuántas ‘duermen’ en los almacenes?
RF.- Los museos numismáticos tienen un problema a la hora de informatizar sus fondos, porque las monedas tienen como 16 argumentos de búsqueda, frente a solo cuatro de los cuadros. Así que estamos en plena labor de informatización de nuestro archivo, que nos está llevando mucho tiempo. En la actualidad contamos con unos fondos de 80.000 monedas, 12.000 medallas, 11.000 billetes, 8.000 grabados de los siglos XVI, XVII y XVIII, además de centenares de miles de sellos, troqueles. En total, cerca de un millón de piezas.
¿Son muchas o pocas? Son las que hay, teniendo en cuenta que no es la colección de España, sino solo la de una empresa. El Museo del Prado, por ejemplo, tiene las monedas que nosotros tenemos en una sola sala, y el Museo Arqueológico, unas 200.000. El Museo del Hermitage, de San Petersburgo, cuenta con más de dos millones, o el Museo Británico supera los tres millones de monedas.
CN.- Siguiendo ese criterio, ¿qué piezas le faltarían al Museo para ser considerado como el más completo de España?
RF.- Nos faltaría una colección singular a nivel mundial: la colección de moneda fundida de la antigüedad Signatvm. Curiosamente, es una colección ajena a nuestras técnicas, ya que nosotros acuñamos, y éstas son fundidas. Es imposible hacerse con una colección mejor.
CN.- Con la pandemia, la vida del Museo cambió totalmente desde marzo de 2020, sobre todo por sus actividades de cara al público. ¿Cómo está sobreviviendo a esta terrible etapa?
RF.- Había muchas exposiciones programadas para 2020. Una de las pocas que se pudo llevar a cabo fue la del 75 aniversario del DNI, que fue un encargo de la Policía Nacional y que incluso, a pesar de las circunstancias, pudimos llevar también a Barcelona, Sevilla, Valencia y otras ciudades españolas.
También, y a pesar de las dificultades provocadas por el confinamiento, logramos inaugurar, en julio pasado, la exposición ‘Roberto Michel – Escultor del Rey’, que ha sido prorrogada dos veces, la última hasta el 7 de febrero, y que posteriormente se podrá visitar en un recorrido 3D por medio de nuestra página web. Estamos especialmente orgullosos de ella, ya que se trata del resultado de 30 años de trabajo y contiene piezas que no salen a la luz desde hace más de 200 años. Muchos visitantes nos han dicho que, sin duda, se trata de la exposición del año en Madrid, y además de entrada gratuita.
Para celebrar el Tricentenario de Roberto Michel, y dentro de las actividades programadas con ocasión de la exposición “Roberto Michel, Escultor del Rey”, el Museo Casa de la Moneda ha grabado, sin público, en su Auditorio, un breve concierto extraordinario en homenaje al maestro Michel y para ser distribuido en las redes sociales.
En “Música para el Escultor del Rey”, el Grupo de Cámara Scarlatti de la Casa de la Moneda interpreta obras de dos autores que compartieron con el occitano el ambiente artístico de la Corte del Rey Don Carlos III, Luigi Boccherini y Domenico Scarlatti, así como del gran músico español de principios del siglo XX, Enrique Granados, que siempre mostró interés por la España de finales del XVIII.
Éste es enlace al concierto: https://vimeo.com/490643631
CN.- Por último Sr. Feria, ¿qué previsiones tiene para 2021?
RF.- Tenemos varios proyectos en marcha, aunque todo va a depender de la situación. Para septiembre u octubre esperamos inaugurar la exposición dedicada a la labor de Manolo Prieto, con motivo del 30 aniversario de su fallecimiento. Fue un gran diseñador, ilustrador y medallista, que trabajó para Hacienda y, entre otros motivos publicitarios y taurinos, diseñó el famoso toro de Osborne que aún preside algunas lomas en carreteras españolas.
Desde “Crónica Numismática” esperamos seguir ofreciendo buenas noticias respecto a las actividades que puedan realizarse en el seno del Museo Casa de la Moneda, así como de sus magníficos contenidos y publicaciones.
Acceso al Museo Casa de la Moneda
C/ Doctor Esquerdo nº 36 – 28009 Madrid, España
Teléfono: 91 566 65 44
Correo electrónico: museocasadelamoneda@fnmt.es
Autobuses: líneas 2, 28, 30, 56, 71, 143 y Circular
Metro: O’Donnell (Línea 6) – Goya (Líneas 2, 4)
Visitas de martes a viernes ininterrumpidamente de 10:00 h. a 20:00 h.
Sábados, domingos y festivos de 10:00 h. a 14:00 h.
Cerrado todos los lunes (incluido festivos) y los días: 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre de 2021.
Entrada gratuita. Imprescindible presentar documento de identificación (DNI o pasaporte) para poder acceder al Museo.
Accesos adaptados para discapacitados.
Audioguías individuales (con programas para sordos en lenguaje de signos) a través de smartphones. Recomendable traer auriculares.
Wifimuseum (en idioma español e inglés y lenguaje de signos)
El recorrido de la visita sigue siendo el habitual y no es necesario solicitar cita previa.
Para hacer la visita más segura el aforo se encuentra limitado y controlado.
Uso obligatorio de mascarilla durante toda la visita.
Se facilita gel desinfectante de manos a los visitantes.
Se ruega mantener la distancia interpersonal de 2 metros.