Hace unos años publiqué varios artículos sobre los billetes fabricados por la imprenta italiana Coen & Cartevalori, en los que se trataba la emisión, no emitida, de 18 de julio de 1937. Desde entonces han aparecido nuevas pruebas que, en mi opinión, merecen un comentario conjunto, entre otros motivos porque, tal como han sido subastadas algunas, se presta a equívocos en cuanto a la correspondencia entre anversos y reversos y hasta en los periodos de fabricación.
La imprenta se funda en Milán en 1876 por Dino Coen con el nombre de Officine Grafiche Coen & Compagnie, conociéndose como C & C y especializándose en documentos de seguridad, acciones, bonos, etc. pero sin llegar a fabricar billetes de banco hasta 1937 a petición del Banco de España. La ascendencia judía de los Coen origina que, ante la presión del movimiento fascista en Italia contra los judíos, los hijos, sucesores de Dino, Renato y Augusto, deciden cambiar sus apellidos y adoptar el de su madre, Giori, renombrando a la empresa como “Calcografía & Cartovalori”.
En libro “Los billetes del Banco de España” de 1979 leemos que el Banco de España encarga a Coen, el 8 de julio de 1937, la impresión de 67 millones de billetes de 25, 50, 100, 500 y 1.000 pesetas que deberían llevar la fecha de 18 de Julio de 1937. En el contrato figuraba que el billete de 50 pesetas debería llevar en el anverso el busto de Alfonso VIII y en el reverso la Batalla de Las Navas de Tolosa y en el de 500 pesetas, D. Juan de Austria en el anverso y la Batalla de Lepanto en reverso.
Igualmente indica que Coen comunica al Banco, en fecha 20 de Agosto de 1938, que ante los problemas encontrados en la fabricación del billete de 1.000 pesetas la impresora se compromete a realizar una nueva fabricación a partir de nuevos bocetos.
El Banco de España comenta que sólo se llegaron a imprimir los valores de 25, 100 y 1.000 pesetas
Ya que Coen no tenía experiencia en la fabricación de billetes damos por supuesto que hizo numerosas pruebas para intentar ajustarse a los criterios y gustos del cliente.
Una prueba que es difícil de encajar, es el ejemplar de un anverso para el valor de 500 pesetas con la imagen de Isabel La Católica, efectuada a partir del cuadro de Juan de Flandes que se conserva en el Palacio Real de Madrid, pues su tipología no se parece a los restantes billetes fabricados por Coen para España y, además, lo que conocemos es que el Banco de España había predeterminado que el 500 pesetas debería llevar la imagen de D. Juan de Austria.
En septiembre el Banco contrata con Coen billetes de 1 y 2 pesetas los cuales, por realizarse en litografía, son efectuados rápidamente y a total satisfacción del Banco. Conocemos que en los documentos de Coen anteriores a 1935 el pie de imprenta comienza por “CARTE VALORI…” y el billete de 2 pesetas lleva el pie de imprenta “CARTE VALORI COEN & C. – MILANO”, el mismo que el billete de la reina Isabel, por lo que debe pensarse que éstos dos fueron los primeros que se diseñaron y al no estar fechado el de Isabel deducimos que es la primera prueba realizada, hecha a raíz de los primeros contactos entre Coen y el Banco, antes de que éste diera sus instrucciones.
Además de los tipos anteriores, parece lógico pensar que otra de las primeras pruebas que debieron hacerse sea las que se conocen para un valor de 50 pesetas, cuyos ejemplares han aparecido en diversas subastas a partir de 2013, representando las tres carabelas de Colón. Estas pruebas podrían haber sido fabricadas a título de muestra-demostración por su nivel de calidad de impresión, ya que están grabadas en calcografía, con un relieve espectacular en las carabelas y letras de Banco de España, relieve medio en orlas, suave en el resto y con el cajetín de valor en tipografía y, además, su tamaño, 156 x 92, incluso superior al del billete de 1.000 pesetas, no se ajustaría a un posible un valor de 50 pesetas Por otra parte, el Banco de España ya había indicado que deseaba que el valor de 50 pesetas estuviese dedicado a Alfonso VIII y a la Batalla de Las Navas de Tolosa.
Desde el primer momento de su aparición, esta prueba se ha considerado como efectuada para un reverso, lo que tiene su lógica, pero puede quedar la duda de si no estaba pensada como un posible anverso y lo que parece la reserva de la marca al agua es el lugar de la viñeta donde figuraría el busto de Colón, con lo cual el conjunto tendría un aspecto similar al 25 pesetas adoptado, ya que el dibujo de las carabelas es el mismo en la prueba y en el billete definitivo de 25.
De este tipo de prueba se conocen dos modelos y en varios colores. El primer tipo se distingue por ser monocolor las carabelas, grabadas en marrón, azul, azul obscuro o gris y el cartucho del valor, en verde, azul o negro. El segundo tipo, del que únicamente se conoce, por el momento, un único ejemplar, se caracteriza por ser las carabelas bicolores, verde y gris, y la parte inferior de la orla, de mayor anchura que la del primer tipo y conteniendo en ella tres dibujos avellanados.
El pie de imprenta de las dos pruebas es “C. & C. BANCONOTE MILANO (ITALIA)”. Teniendo en cuenta que hasta esta emisión Coen no había fabricado billetes de banco es notable la importancia que da Coen a su nueva línea de producción al añadir “BANCONOTE”.
Las siguientes pruebas que debieron realizarse fueron las efectuadas para cumplimentar la emisión de Julio de 1937 solicitada por el Banco de España. Los anversos y reversos se imprimieron por separado y se conocen ejemplares de los tres valores que se llegaron a fabricar y numerar, más el anverso del 500 pesetas.
De las pruebas de anverso y reverso de 25 y 100 pesetas se conocen un único modelo, el adoptado, con el pie de imprenta, ya conocido “C.&C. BANCONOTE MILANO (ITALIA)” pero realizadas en diferentes colores, tres del valor de 25 pesetas y dos del 100 pesetas
Se desconoce si se llegaron a hacer pruebas del valor de 50 pesetas adaptadas a las peticiones del Banco de España y compatibles con la escala de tamaños del conjunto de la serie.
Únicamente se conoce un anverso de 500 pesetas, ejemplar que se subastó y conoció, por primera vez en 1990 por Ibergold, con diseño muy similar al del 100 pesetas pero sustituyendo el escudo por un triunfo. Tiene el mismo pie de imprenta que los anteriores siendo destacable, o al menos curioso, que es el único pie de imprenta de esta casa que conozcamos que esté integrado en el interior de la orla sin intentar destacarlo.
Del 1.000 pesetas conocemos pruebas con dos planchas diferentes de anverso y tres de reverso.
Las dos planchas de anverso del billete de 1.000 pesetas presentan ligeras diferencias. Damos como primer modelo, el adoptado, sin otro criterio que el tener como pie de imprenta el ya mencionado en las pruebas anteriores. Solo se conoce una prueba en color verde.
En el segundo modelo el busto de Carlos I es diferente, destacando, especialmente, la hombrera derecha y los adornos y se potencia el prognatismo del emperador; además, encima de la orla inferior aparecen cuatro adornos en espiral. La diferencia más acusada es la desaparición de la palabra “MIL” del lado derecho. El pie de imprenta es “COEN & C. BANCONOTE MILANO (ITALIA)”. Se conocen dos pruebas, una completa en marrón, y otra en negro, solo de la calcografía.
Se conocen tres tipos de reversos, dos de ellos casi idénticos, y otro, aunque con la misma temática en la viñeta, la Batalla de Pavía, totalmente diferente.
La prueba del reverso adoptado y la no adoptada, ambas con el mismo pie de imprenta, debieron efectuarse, más o menos, simultáneamente, diferenciándose en la complejidad de la escena. Personalmente, me parece mucho más atractiva la imagen del modelo desechado.
Hay que recalcar que la prueba desechada estaba concebida para ser un reverso del billete de 1.000 pesetas adoptado, ya que hay algunos coleccionistas que creen que estaba pensada para el billete con la imagen de Andrea Doria, que comentaremos posteriormente, debido a que las casas de subastas han presentado, sistemáticamente, las dos pruebas en un mismo lote.
Se conocen tres ejemplares de la prueba de reverso adoptada, todas iguales, con el mismo color, mientras que de la no adoptada hay, al menos, seis colores diferentes, Es curioso que dos de las pruebas del reverso adoptado estén numeradas por el cara en blanco con tres numeraciones en rojo que se traspasan a la cara impresa, cuando los billetes definitivos solo llevan dos numeraciones en negro. Observando los dígitos parecen tener la tipología correcta.
En cuanto al tercer tipo de reverso, del que solo conocemos un ejemplar, se diferencia del adoptado en que los fondos del paisaje están mucho más elaborados y que su pie de imprenta se aparta de todas las pruebas de la serie: “COEN & CARTE VALORI MILANO (ITALIA)”. Puede pensarse que este modelo es anterior a los otros dos y que se modificó, simplificándolo, para facilitar la impresión y obtener el modelo definitivo.
La última prueba de anverso que se conoció, fechada 18 de julio del 37, lleva como viñeta el busto de un personaje que inicialmente se identificó con Álvaro de Bazán y, en mi opinión, revisando los retratos atribuidos, parece más posible que se trate del genovés Andrea Doria que también participó en la Batalla de Lepanto.
El pie de imprenta de estas pruebas es “CALCOGRAFIA CARTE VALORI MILANO (ITALIA)”. La desaparición del nombre Coen, que siempre había tenido la empresa, se ajusta a la necesidad que tuvieron los empresarios de cambiar su apellido paterno por el materno Giori y el de la razón social, ante el avance de las ideas antijudías de Mussolini. Este nuevo pie de imprenta nos indica que estas pruebas son posteriores a todas las anteriores.
La realización de esta prueba de un 1.000 pesetas, aparentemente no solicitada por el Banco de España, se debe enmarcar en la propuesta que Coen hizo al Banco de realizar un nuevo diseño, por las dificultades que encontraron al fabricar el de Carlos I y la aparición de billetes en Irún, antes de su puesta en circulación.
La temática elegida para el billete, la Batalla de Lepanto, no es de extrañar ya que se daba por supuesto que agradaría al Banco puesto que se había propuesto para el posible 500 pesetas Esto también nos lleva a pensar que estaba retrasadísima, o no se había iniciado la fabricación, del 500.
De este anverso, existen dos pruebas diferentes, no en cuanto al diseño calcográfico sino a los fondos litográficos. En uno de los tipos, los fondos coloreados se desarrollan en ondas hexagonales a partir del centro y en el segundo las ondas son octogonales y desde el centro del billete aparecen pequeñas ondulaciones a modo de rayos.
Las pruebas de estos dos tipos de anversos varían en los colores, tanto de las impresiones calcográficas, gris, azul o lila, y las litografías, mucho más variadas.
Estos anversos llevarían, previsiblemente, tal como había propuesto el Banco de España para el billete de 500 pesetas, un reverso con la Batalla de Lepanto y, en efecto, conocemos un ejemplar de dos pruebas con esta temática.
Consideramos como un primer modelo el que lleva como pie de imprenta “C.&C. BANCONOTE MILANO (ITALIA)” y que no es fácil de encajar. Este ejemplar podría incluirse, por su pie de imprenta, en el grupo de pruebas efectuadas para la emisión emitida, y encajaría como un reverso para el billete cuyo anverso sería la prueba comentada anteriormente con la imagen de D. Juan de Austria y el triunfo azul, dada su temática y la sencillez de la orla pero el problema surge porque en la orla lleva el valor de 1.000 en vez del 500. La única explicación que vemos factible, sabiendo que su fabricación es claramente anterior al de 1.000 pesetas de Bazán, es que sea una modificación del reverso hecho para el 500 y así utilizarse para el valor de 1.000.
Se conoce un segundo ejemplar que se ofertó junto con un anverso de Bazán, en mayo de 2005, cuando se vieron por primera vez este tipo de pruebas. Al no tener pie de imprenta no se puede saber si su fabricación es coetánea con el anverso de Bazán, pero al haber aparecido mucho antes que las restantes, aunque sea aventurado, se puede pensar que estas dos se habían conservado juntas como modelos definitivos del posible billete que se proponía al Banco.