Los felices años 20. Toda una borrachera de ilusión y alegría con la que occidente quiso olvidar la I Guerra Mundial a ritmo de jazz y el charlestón. Son los tiempos de los grandes rascacielos, de Joséphine Baker, de los excesos noche y día… Y sin embargo, ya estamos en 1928. En unos meses la bolsa de Estados Unidos quebrará de manera catastrófica, el fascismo de Mussolini gobierna en Italia y el nazismo de Hitler se prepara para hacer lo mismo en Alemania. Los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte en Europa y el pesimismo se apodera de una población que, entre el hambre, el miedo y el éxodo, sabe que no tardará en volver a coger las armas.
En este intervalo de la historia, realiza esta inquietante obra el pintor italiano Cagnaccio di San Pietro (1897-1946). De corte casi surrealista, el óleo “Primer dinero” refleja con crudeza la pérdida de la inocencia y la degradación de la sociedad contemporánea no sólo en Italia, sino también en el resto del planeta, a finales de los años 20.
Después de iniciarse en el futurismo y y realizar sus primeros cuadros bajo el lenguaje de las vanguardias, Cagnaccio di San Pietro recupera los paradigmas más clásicos de la pintura y que anclan sus cimientos en el renacimiento y los maestros venecianos. El maestro italiano se deja llevar por la ‘vuelta al orden’ que bañó toda Europa tras la I Guerra Mundial, y en la que se sumergieron la casi totalidad de artistas, aunque con fórmulas del siglo XX.
Con un encuadre rompedor, casi en escorzo, el protagonismo de este lienzo lo asumen dos elementos de colores muy similares y que contrastan con el azul de las sábanas: el desnudo hiperrealista de la mujer y el plato con billetes y monedas y que da nombre a la obra.
El nombre de la mujer no lo conocemos, ni tampoco podemos asegurar si ese ‘primer dinero’ que ha recibido es por las horas prestadas como modelo o por el antiguo trabajo de la prostitución. En realidad, da lo mismo. La mujer se ha convertido, gracias a los pinceles de Cagnaccio di San Pietro, experto bodegonista, en un mero objeto de uso, disfrute y consumo, en el contexto de una sociedad burguesa decadente y que se refugia en el extremismo del régimen fascista.
En este sentido, destacan el detallismo con el que el pintor se detiene en cada elemento del cuerpo de la mujer y la minuciosidad de los billetes y monedas del plato. Es casi una belleza escultórica-clásica. La mujer es ya una mercancía, pero no una cruel caricatura como lo harían los pintores alemanes, sino con una técnica casi hiperrealista para amplificar esa objetivación, esa deshumanización del cuerpo humano. Este toque social en esta obra lo acerca a la Neue Sachlichkeit, la nueva objetividad alemana, ese «nuevo realismo» que se valía del arte herramienta de crítica social.
Casi podemos oír la voz del protagonista masculino ausente del cuadro: ‘Venga, puta, levántate… Ya has hecho tu trabajo. No te quiero volver a ver’.
“Primo Denaro” (Primer Dinero)
Colección particular
Cagnaccio di San Pietro (1897-1946)
Óleo sobre lienzo (59,5 x 79,5 cm)