En los últimos años nos hemos acostumbrado a ver en las numismáticas y diferentes portales de Internet unos pequeños billetes de marco alemán, normalmente impresos con letras góticas y luciendo coloridas viñetas sobre temas diferentes. Se trata del dinero local conocido como notgeld (compuesto por las palabras not-emergencia y geld-dinero), emitido por municipios y establecimientos privados en Alemania durante el periodo 1914-1923. Miles de entidades recurrieron al notgeld durante esta década, en principio como forma de suplir la falta de moneda metálica aunque pronto evolucionaría hacia otro tipo de fines, entre ellos el de satisfacer el coleccionismo del momento. Su variedad es tan inmensa que resulta extremadamente difícil establecer una clasificación exhaustiva. En este artículo se intentará ofrecer a coleccionistas y aficionados a la notafilia unas pinceladas para comprender mejor estas emisiones locales, no siempre fáciles de entender para aquellos que no estamos habituados a la lengua y cultura germánicas.
El dinero de emergencia o necesidad no era algo nuevo a comienzos del siglo XX. En un contexto bélico, en el que la inseguridad económica es la norma, los particulares tienden a atesorar la moneda metálica, especialmente aquella de mayor valor intrínseco, sacándola así de circulación. Al mismo tiempo, los metales como el cobre son destinados principalmente a la producción de armamento dentro de la economía de guerra, con lo que se comienzan a buscar materiales alternativos para la fabricación de dinero. La primera opción siempre es el papel que, siguiendo el principio fijado por la famosa “Ley de Gresham”, saca de la circulación de forma automática a la moneda metálica.
Emisión de emergencia de guerra (1917-18) de Bad Kreuznach con el Kaiser y su Estado Mayor (Hindenburg y Ludendorff). Austera y con una impresión de baja calidad aunque con alguna licencia artística
Desde el mismo momento en que Europa se vio envuelta en la I Guerra Mundial, numerosas localidades y entidades privadas (e incluso los campos de prisioneros de guerra) comenzaron a emitir su propio dinero de emergencia con el fin de compensar esta falta de circulante y garantizar el movimiento económico en sus respectivas zonas. En muchos casos estas emisiones se llevaban a cabo con la autorización (expresa o tácita) del gobierno alemán pero en muchos otros simplemente se apelaba a los hechos consumados en un momento en que las autoridades centrales tenían problemas más acuciantes.
De esta forma se puso en marcha de forma extendida el primer notgeld conocido también como “verkhersausgaben”: dinero de emergencia en estado puro, totalmente funcional y destinado a circular de manera rápida. Los diseños elegidos son por lo general crudos y en muchos casos de una gran simplicidad, sin concesiones a ningún tipo de licencia artística. Normalmente se trata de valores faciales reducidos destinados a garantizar el pequeño cambio (kleingeld) pero se emitieron también billetes de valores superiores a un marco, conocidos como grossgeld. Este dinero estaba en principio respaldado por sus emisores y se solía limitar su uso en el tiempo con una fecha de vencimiento dentro de un ámbito estrictamente local.
Notgeld de 50 pf. de Berchtesgaden de 1920, parque nacional y futura residencia veraniega de Hitler
Como es natural, un producto de este tipo poseía un gran potencial como objeto de colección. Tal y como Francisco J. López acertadamente señala en su web https://coleccionismodemonedas.com/ Alemania apenas sufrió en el periodo 1914-1918 los efectos directos de la guerra en su territorio, ya que por lo general consiguió mantener una actitud ofensiva en todos los frentes. Así, resultaba posible llevar una vida más o menos normal en la retaguardia, durante la cual se podían mantener aficiones como el coleccionismo de monedas y billetes. Pese a su relativa simplicidad, los verkhersausgaben ya mostraban una variedad e interés considerables, algo de lo que no tardarían en tomar nota la mayoría de consistorios alemanes tras la guerra.
Notgeld serienscheine de la localidad de Osterfeld, con un claro estilo expresionista
Finalizada la contienda, la situación económica no mejoraría para los alemanes de la nueva República de Weimar. Aunque el tejido productivo y la infraestructura básica seguían relativamente intactos, el pago en reparaciones de guerra resultante del tratado de Versalles asfixiaba a la economía alemana hasta extremos difícilmente soportables. Seguía siendo por tanto necesario el dinero de emergencia solo que a partir de 1919 iba a adquirir un matiz más “comercial”. Muchos municipios, con el fin de recaudar fondos para sus maltrechas arcas y de paso promocionar un poco su ciudad, comenzaron a emitir los llamados serienscheine, o notgeld en serie. Consistían en grupos de billetes de iguales o diferentes valores (por lo general, expresados en pfennig, es decir, inferiores a un marco) cuyos diseños reflejaban una temática que componía un conjunto homogéneo, de tal forma que deshacerse de uno de los billetes rompía la armonía. Estos conjuntos podían componer señas de identidad de una ciudad como monumentos o personajes históricos o una historia contada en diferentes viñetas, por poner dos ejemplos conocidos. El número de billetes de un grupo de serienscheine varía mucho (hay casos que pueden llegar a la veintena) pero por lo general oscilan entre los tres y los seis.
Notgeld serienscheine de 25 pfennig que conmemora la Noche de Walpurgis
Esto, por supuesto, excedía las funciones de emergencia que en un principio se atribuían al notgeld, dando pie a muchas actividades que podríamos definir como poco de deshonestas. Tal y como detalla Courtney L. Coffing en su “World Notgeld” se dieron casos de localidades que reflejaban una fecha de redención de los billetes anterior a su puesta en circulación, o favorecían la producción masiva de notgeld sin tener en cuenta el respaldo que en teoría estas emisiones debían tener. Al existir un fin claramente lucrativo, muchos empresarios se sumaron también a la fiesta, fabricando billetes de localidades imaginarias como Neukirch, Knivsberg o Gaansager. Se dieron casos también de entidades privadas que emitieron vales notgeld disfrazados de tickets de entrada o recibos de donaciones.
Notgeld serienscheine de Papenburg: “El dinero debe recaudarse de la gente, no cae de los árboles”, recuerda a los sufridos contribuyentes
Sea como fuere, el servicio prestado al coleccionismo de notafilia fue (y es a día de hoy) magistral. Una gran ventaja en este sentido se encuentra en su buena conservación: como muchos notgeld serienscheine no se emitieron para la circulación han llegado hasta nuestros días en perfecto estado. Estos billetes no solo aportan una variedad temática descomunal, sino que constituyen un verdadero testimonio sobre la sociedad en la que circularon, reflejando en muchos casos las tendencias artísticas expresionistas de la época. Todas las preocupaciones, temores o sufrimientos de los alemanes pueden encontrarse en estas viñetas, así como acontecimientos históricos, símbolos locales o expresiones humorísticas. En general, todos los billetes de una serie presentan un anverso idéntico o similar con el valor facial y reversos distintos ajustados a una determinada temática casi siempre relacionada con la ciudad emisora.
Resulta muy difícil establecer una catalogación exhaustiva de los serienscheine de acuerdo con su temática, aún así podemos resumir en este espacio las más representativas:
Monumentos y patrimonio artístico local: es de los temas más habituales y por lo tanto más fáciles de incorporar a cualquier colección. Catedrales, ayuntamientos o estatuas emblemáticas suelen llenar los reversos de los notgeld con el fin evidente de promocionar el patrimonio de un pueblo o ciudad.
Paisajes y entornos naturales: se trata de una categoría muy extendida también dentro de la promoción turística de muchas localidades del mundo rural, que refleja por lo general un ecosistema propio del centro y norte de Europa, con paisajes de alta montaña.
Actividades económicas y comercio local: dependiendo de la zona, se puede apreciar desde la producción agrícola y ganadera hasta diferentes tipos de industria. Un serienscheine realmente representativo dentro de esta categoría es el perteneciente a Bielefeld en Renania del Norte-Westfalia (localidad que por sí sola constituye una categoría propia dentro del notgeld) con su temática sobre su industria textil.
Personajes históricos: Martin Luther es recurrente dentro de los serienscheine, no obstante el poeta Fritz Reuter (1810-1874) ocupa un importante espacio en lo que a homenajes se refiere, con sus series conocidas como reutergeld. Otto von Bismarck, Johann Sebastian Bach… son relativamente frecuentes también.
Acontecimientos históricos, normalmente situados en los tiempos del Sacro Imperio, aunque también en momentos menos lejanos como los alegres días de la unificación alemana de 1871 o, por supuesto, la guerra de 1914 y sus consecuencias.
Actualidad social y política: es habitual encontrar en los notgeld cierta carga social, reflejando la angustia e incertidumbre de un momento de crisis económica e inflación galopante. En muchos casos, estas preocupaciones se plasman utilizando la estética propia de la corriente artística más influyente del momento en las artes plásticas: el expresionismo.
Antisemitismo: no es difícil encontrar viñetas, normalmente con un trasfondo en apariencia cómico, en la que explotadores, acaparadores y especuladores de todo tipo aparecen representados con rasgos semíticos estereotipados (nariz larga y aguileña, ojos pequeños y perilla). En algunos casos, el mismo diablo aparece con estos rasgos, lo cual nos da una idea acerca de los profundos prejuicios que existían contra los judíos en esta parte del mundo tras siglos de aislamiento social e intolerancia religiosa. Un sentimiento latente que estallaría una década después con consecuencias estremecedoras.
Especuladores, acaparadores y demás aprovechados suelen aparecer con rasgos semíticos, como esta serie satírica
Humor: algunas series incluyen historias cortas, muchas de ellas descritas mediante siluetas, con un trasfondo cómico y costumbrista. Debajo podemos apreciar una de estas tiras con la clásica historia del cazador cazado, en caracteres góticos.
Cuentos y leyendas populares: la mitología nórdica, en forma de gnomos o hadas, está presente en muchos serienscheine, así como cuentos tradicionales como el del Flautista de Hamelin o la leyenda de Walpurgisnacht, de donde viene la imagen popular de las brujas montando sobre escobas voladoras.
Religión: la temática religiosa está también muy presente en los notgeld. No solo es sencillo encontrar a Martin Luther sino también diferentes homenajes a santos, festividades religiosas locales, reliquias, o a la Virgen.
1.En la embrujada hora, bajo la luz de la luna Satán iba de Callnberg a Lichtenstein/ 2.Se encontró con un pequeño tejedor que iba a su casa después de haber bebido hasta altas horas con su gremio/ 3.Satán comienza a bromear y quiere hacer cosquillas al tejedor/ 4.Pero el tejedor no es ni perezoso ni está demasiado bebido, así que clava su herramienta en el trasero del demonio/ 5.Satán quedó tan malherido que no volverá a enredarse con un tejedor jamás
Pero por si todo esto no fuera suficiente, los serienscheine tienen mucho más que ofrecer a los coleccionistas de notafilia.
El dinero de emergencia no solo se hizo en papel. Se emitió además la variedad conocida como stoffgeld, billetes hechos de materiales alternativos como tela, cuero, cartulina, papel de aluminio o incluso naipes reciclados. Este tipo de notgeld fue claramente destinado a fines promocionales, y en muchos casos los materiales empleados coincidían con aquello que producía la ciudad emisora. De nuevo, la localidad de Bielefeld fue conocida por sus notgeld de seda o lino, orgullo de su producción textil.
Billete de 500 marcos de lino de la ciudad de Bielefeld en el que se reflejan los efectos de la inflación desbocada sobre la población
Este apogeo de las emisiones locales en Alemania coincidió con la hiperinflación de 1922-23, durante la cual el país experimentó tasas de cinco cifras (29.500 % en el mes de octubre de 1923, un 20,9 % diario) con precios doblándose en menos de una semana. Presionadas por los acreedores externos y por sus propios compromisos sociales, las autoridades de la República de Weimar decidieron inundar el país de papel moneda, que fue perdiendo vertiginosamente su valor. En este contexto, la emisión incontrolada de notgeld encajaba a la perfección ya que ponía a disposición de los particulares más dinero en circulación para hacer frente al aumento de precios.
De esta última etapa podemos encontrar notgeld de valores faciales expresados en millones de marcos, antiguos billetes resellados o incluso trozos de billetes reciclados en varios billetes nuevos. Los diseños vuelven a la austeridad de las primeras emisiones, pero en muchos casos seguimos encontrando historias, ahora relacionadas con los efectos de la hiperinflación sobre una población que veía cómo su poder adquisitivo se iba por el sumidero.
Los notgeld de la hiperinflación de 1922-23 recuperaron la austeridad de los primeros. Este de 5 millones de marcos fue emitido por una empresa constructora
El fin de la hiperinflación supuso también el fin de la emisión de notgeld. Una espiral de estas características no puede mantenerse en el tiempo, y a finales de 1923 las autoridades monetarias decidieron poner orden con la introducción del rentenmark (“marco seguro”) respaldado por hipotecas impuestas sobre el valor de la tierra y mercancías industriales por un valor de 3,2 mil millones de rentenmark. Se estableció una equivalencia de 1 billón (1 seguido de 12 ceros) de antiguos marcos por 1 rentenmark, que a su vez fijaba su tasa frente al dólar en 4,2.
La estabilidad monetaria volvió, pero las emisiones notgeld fueron prohibidas. Quedan para siempre unos billetes que nos recuerdan una época, la de la Primera Guerra Mundial y el periodo de entreguerras, narrada en primera persona por uno de sus principales protagonistas, en muchos casos desde el punto de vista de la sociedad que tuvo que emplear este dinero. Un país que en cien años y con otra guerra mundial perdida ha sufrido profundos cambios (muchas de las localidades emisoras ya no están en Alemania sino en otros países como Polonia, Lituania o la República Checa) pero continua exhibiendo orgulloso de una de sus mayores contribuciones al coleccionismo de papel moneda.
Para informarse más acerca del notgeld recomiendo las siguientes fuentes, en las que he basado este artículo:
German Gems – The Ecyclopedia of German Notgeld, by Anthony John Gibbs-Murray, copyright 2014 www.notgeld.com
World Notgeld 1914-1947 And other Local Issue Emergency Money – A Guide and Checklist (2nd edition), Courtney L. Coffing 2011 Krause Publications
https://coleccionismodemonedas.com/notgeld/
Y, por supuesto, las entradas en mi blog dedicadas a este dinero de emergencia:
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2012/04/los-billetes-notgeld.html
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2013/01/billetes-de-tela.html
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2013/03/billetes-reciclados.html
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2014/02/el-antisemitismo-en-los-notgeld.html
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2016/05/notgeld-politico.html
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2017/07/notgeld-en-series.html
https://curiosidadesnumismaticas.blogspot.com/2020/05/notgeld-de-prisioneros.html