La crisis económica provocada por el coronavirus ha despertado el interés de los inversores por el oro como activo refugio. De ahí que las cifras de inversión en el metal precioso hayan crecido un 12% durante el año pasado, con respecto a 2019. Pese a este salto adelante, el sector de la inversión en oro físico, lingotes y monedas, tiene que enfrentarse aún a varios desafíos para imponerse sobre otros activos.
Los últimos datos publicados por la consultora británica de metales preciosos Metals Focus revelan que la inversión en lingotes y monedas de oro durante 2020 fue de 948 toneladas, un 12% más que la registrada el año anterior.
El sector de la inversión ha sido el protagonista del año pasado en la industria del oro, compensando las pobres cifras de consumo por parte del que tradicionalmente ha sido el sector que más oro demanda a escala global, el de joyería.
A pesar de que las cifras de 2020 pueden considerarse un salto adelante con respecto a años anteriores, los analistas de la consultora alertan de una serie de amenazas a las que se tiene que enfrentar la inversión en oro para consolidar su posición dentro de la industria.
La primera de estas amenazas viene dada por las nuevas opciones de inversión en oro por medios digitales y electrónicos que se están abriendo camino y que pueden hacerse con parte de la cuota de mercado.
Según el informe de Metals Focus, “estos productos cuentan con un atractivo especial para los inversores más jóvenes, lo que supone una amenaza creciente de cara al futuro. Lo mismo sucede en la India, donde el tamaño de su mercado del oro digital (alrededor de 5 toneladas) es más reducido en la actualidad, aunque el número de plataformas que ofrecen estos servicios ha crecido durante el año pasado”.
El cambio de costumbres de los consumidores, obligado por las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, ha sido determinante para la popularización de estos sistemas de inversión, con los que tienen que competir los comerciantes de lingotes y monedas de oro.
El sector de la inversión en oro ya se ha tenido que enfrentar a amenazas como los productos de inversión en ‘oro papel’, como los ETF, que llevan unos 20 años entre nosotros y que se han convertido en otro subsector de la inversión en oro, pero no han sustituido a la inversión en lingotes y monedas.
Desde Metals Focus señalan al respecto que “pese a ello, será interesante comprobar si el lanzamiento y promoción de los productos basados en la tecnología ‘blockchain’ provocan finalmente un cambio estructural que haga mella en la venta de lingotes y monedas. En cualquier caso, conviene recordar que si estos productos electrónicos están respaldados por oro físico (y la mayoría lo están), la demanda de oro en el mercado físico va a ser idéntica a la de la compra de lingotes y monedas”.
Otra amenaza a la inversión en oro físico han sido las campañas por parte de diversos gobiernos para erradicar la economía sumergida que, en último término, ha acabado provocando daños colaterales en el mercado de los metales preciosos.
En la India, por ejemplo, los esfuerzos del Gobierno por combatir las irregularidades han provocado que la demanda de lingotes de oro y plata se haya reducido a menos de la mitad de la que existía en años anteriores, especialmente en 2011 y 2015.
En Europa, estas medidas se han traducido en el establecimiento de límites para las compras de oro y plata con dinero en efectivo, y la restricción de las compras anónimas.
Alemania, el país europeo con mayores cifras de inversión en oro físico, introdujo en enero de 2020 un límite de 2.000 euros a las transacciones anónimas en efectivo, lo que generó cierto temor entre los inversores, que en los últimos días de 2019 hicieron cola en los comercios de metales preciosos para adelantar sus compras.
Sin embargo, el tiempo ha demostrado que los temores eran infundados: la inversión retail en el país creció por encima del 50% en 2020, pese a las restricciones.
La tercera amenaza que describe el informe de Metals Focus se refiere a la acumulación de stocks de oro, que podría comprometer las compras de metal de nueva fabricación. Una amenaza que se concentra en países como Francia (con un importante stock de oro previo a la Segunda Guerra Mundial), Alemania y los Estados Unidos.
Oportunidades
Pese a estas amenazas, el informe de Metals Focus estima que la evolución de la demanda de lingotes y monedas de oro y plata será positiva, y las cifras serán mayores en los próximos cinco años que han sido en los últimos cinco.
Entre las oportunidades que señalan desde la consultora se encuentra el aumento de la inflación en algunos países. En Turquía, por ejemplo, la inflación anualizada subió en octubre de 2020 hasta el 12%; para hacerle frente, los turcos se han lanzado a adquirir oro físico, para proteger sus patrimonios de la devaluación de la lira, multiplicando por más de dos la cifra de inversión de 2019.
Otro factor positivo es el crecimiento de los ingresos a medio y largo plazo, lo que mejoraría las expectativas en países como la India y China, que recuperarían poco a poco su ritmo de compras de oro.
Por último, desde la consultora señalan otra oportunidad, que sería la eliminación del IVA en las compras de lingotes y monedas de plata, platino y paladio en los países de la Unión Europea (el oro de inversión está excluido), o la bajada de los impuestos a la importación de metales preciosos en países como la India.